Caso Los Villares

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Introducción

El Caso Los Villares, también conocido El encuentro extraterrestre en Los Villares, Caso de Dionisio Ávila, u OVNI de Los Villares, es un suceso de acontecimientos que comenzaron el 16 de julio de 1996 en la localidad de Los Villares (Jaen) y se compone de tres supuestos contactos con inteligencia extraterrestre. El fenómeno tuvo notoria repercusión en medios de comunicación en 1996.

Historia

Dionisio (derecha), su mujer (izquierda) y su mascota (inferior izquierda)

Es considerado como uno de los clásicos de la historia de la ufología española y por el momento se trata de un misterio sin solución tanto por las características implicadas en la fenomenología del caso como por los símbolos encontrados en las enigmáticas piedras que Dionisio Ávila recoge en sus avistamientos.

Primer avistamiento

El 16 de julio 1996 en la localidad de los Villares en Jaen, un agricultor de la localidad llamado Dionisio Avila paseaba a escasos cientos de metros del pueblo cuando, acompañado por su perra Linda mientras subía la loma de Los Barrero. Su mascota quedó asustada y no continuó caminando. Fue supuestamente entonces cuando el testigo es consciente la presencia de un objeto que no tarda en reconocer como un 'cacharro' que atribuyó a material de reciclaje o conservación medioambiental de la época. No tardó en darse cuenta de que aquel objeto era más peculiar de lo que sospechó en un principio.

Mientras ojeaba con detenimiento aquel objeto de dimensiones alrededor de 4 o 5 metros de diámetro, pudo comprobar una 'corona de luces rojas y blancas' en la parte superior del platillo, una panza redondeada en la parte inferior y una especie de hierro que sobresalía y que se vió tentado de palpar, aunque no lo hizo debido a un extraño zumbido que le amedrantó. Aquel objeto tenía una inscripción que Dionisio reconoce como 'Palo Cero Palo' o 'IOI'.

Tras observar el objeto, Dionisio notó que alguien más se encontraba en aquel lugar y se dió la vuelta, viendo delante de él a tres seres.

Según el testigo, aquellos sujetos no tenían vello ni orejas e iban vestidos con una ropa inapreciable y pegada al cuerpo, probablemente a modo de segunda piel. A dos de ellos les atribuye el sexo femenino y a quien iba detrás, el masculino. Fue entonces cuando una de las dos supuestas extraterrestres comenzó a señalar a Dionisio con su dedo, aparentemente enfadada. Después de esto, el ser a su lado también reconocido de género femenino por Dionisio abrió los brazos en señal de lo que pudo ser un saludo, cuando una especie de lucecilla salió de la nada cayendo al suelo frente a los pies de Dionisio y convirtiendose entonces en una piedra que se dispuso a recoger. Aquella extraña piedra, extrañamente pesada pese a su tamaño, tenía grabadas varias inscripciones (entre ellas, la identificada como 'Palo Cero Palo'). Cuando se agachó a recogerla se percató de que no era la única piedra extraña en aquel terreno (en total halló siete piedras) y las recogió ayudándose de su propia camisa. Al levantar la cabeza, Dionisio se percató de se hallaba sólo y de que los seres, al igual que aquel extraño platillo, habían desaparecido en un visto y no visto.

Linda, la mascota de Dionisio apareció con un cordel a modo de collar con una piedra atada al cuello, lo que se atribuyó a los seres que acababan de aparecer ante sus ojos. El collar no mostraba broches ni modo alguno para abrirse, por lo que Dionisio no entendió como pudieron introducirlo por la cabeza de su perra. Cuando logró romper aquel collar, Dionisio sacó un mechero dispuesto a unir de nuevo aquel material similar al plástico, pero enconces se desvaneció antes de que la mecha lo tocara.

Segundo avistamiento

El 'lucerillo'

Algunos meses más tarde del primer acontecimiento, Dionisio vio lo que parecía una bengala cayendo desde el cielo a una cañada, y al acercarse al lugar vio una humareda en una higuera. Pensó que la posible bengala había caído allí y se aproximó. Al asomarse vio el mismo aparato que en el primer contacto, un platillo posado en el suelo con tres patas. En esta ocasión, Dionisio salió corriendo hacia su casa espantado, según él, por el vaticinio de una vidente que había ido meses antes a su casa, quien le comunicó que aquellos seres vendrían de nuevo a llevarse a Dionisio con ellos. En esta ocasión no vio seres junto al objeto.

Al día siguiente, fue al lugar del segundo encuentro y encontró a un pastor que también andaba por la zona. Cuando se aproximó, pudo comprobar que un círculo de hierba quemada se había formado justo donde se posaba el objeto, y una roca partida podría ser la prueba de que un artefacto aterrizó encima de ésta, quebrandola, lo que atribuyó a la "panza redondeada" de aquel platillo.

En aquel terreno vio también una serie de piedras extrañamente talladas y las recogió.

Tercer avistamiento

A principios de la década de 2010 Dionisio se encontraba con su mujer y dos amigos (Isidro y Marcos), cuando ambos avistaron una luz en el cielo. Al ver más claramente aquella luz, vieron como la luz realizaba movimientos en forma de cruz. Al poco tiempo, Dionisio fue a comprobar la zona y encontró otra hilera de piedras en el suelo con inscripciones, que a día de hoy guarda en su casa.


Pruebas científicas a los materiales

Según la página oficial del investigador Juan José Benítez, la piedra 'lucerillo' fue enviada a examinar a diferentes laboratorios (Universidades de Granada, Madrid, Cádiz e Instituto de Ciencia de los Materiales de Sevilla. Los resultados fueron iguales en cada prueba, y se demostró que el material era un nódulo de baritina, que es muy común en la región de Los Villares. La piedra presentaba una especie de barniz que no se logró identificar y la forma en que se efectuaron los grabados fue mecánica, a mano alzada y en dos fases diferentes lejanas en el tiempo.

[1]



Medios de comunicación

Dionisio Ávila (izquierda) y Juan José Benítez (derecha) grabando para el documental 'Planeta Encantado'

Han sido numerosos los medios de comunicación que han cubierto el caso de diferentes formas, una de las más recientes aportaciones a la investigación fue la entrevista a Dionisio Ávila para Mindalia por Alfredo Guillermo Alcázar.

El caso obtuvo especial notoriedad y saltó a la fama en televisión de la mano del investigador Juan José Benitez en un capítulo de su serie documental Planeta Encantado para Televisión Española. Tuvo presencia también en la revista Tiempo entre otras.

Fuentes

Página oficial de J.J Benítez (1 y 2)

Entrevista a Dionisio Ávila por Mindalia Televisión
  1. Por lo que sabemos respecto a los símbolos grabados en la piedra se estableció que "se actuó con un dispositivo torneado; efectuado a mano alzada y ejecutado con sistema abrasivo ancho de unos dos milímetros, de fondo plano y rematado en su fase final con un material mucho más blando. [...] Se apreciaron igualmente dos fases bien diferenciadas en la elaboración de los grabados [...] por la ausencia, en algunas incisiones, de material particulado. En los laboratorios se detectó también una sustancia -parecida a la cera- que cubre la superficie de la piedra, pero no supieron determinar la naturaleza de dicho barniz. Respecto a las incisiones o grabados, los exámenes con el microscopio electrónico fueron concluyentes. Las hay de tres tipos: las realizadas con un punzón, actuando sobre la piedra con algún dispositivo de torneado; las efectuadas a mano alzada y las ejecutadas con un sistema abrasivo ancho, de unos dos milímetros, de fondo plano, y rematadas en su fase final con un material mucho más blando. Se apreciaron igualmente dos fases bien diferenciadas en la elaboración de los grabados; una reciente y otra mucho más antigua. Los expertos justificaron este hecho por la ausencia, en algunas incisiones, de material particulado. Benítez, J.: El lucerillo: Web oficial de J.J Benítez

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