Historia de amor y muerte en Canena
Hace mucho tiempo en este pueblo, sucedió una desgracia que afectó a toda su población. Una chica y un chico que eran vecinos se dieron cuenta de que se gustaban, pero no podían decírselo a su familia, porque pertenecían a bandas diferentes de la guerra, y por supuesto, se opondrían.
Ellos se veían a escondidas en el patio trasero de la casa de la chica, y les ayudaba a encontrarse la hermana menor de la joven. Un día decidieron contárselo a sus familiares; la chica se oponía por creer que su padre no lo iba a aceptar, aunque al final acabó cediendo.
Al cabo de un rato, se presentaron en la casa de la joven y contaron lo ocurrido; definitivamente, como dijo la joven, su padre se opuso. Esa misma noche la chica se puso muy enferma.
El intento visitarla muy a menudo pero los intentos no servían de nada. No la pudo ver, pero la hermana pequeña de la joven que enfermo le dijo como estaba.
Al cuarto día por la mañana se la encontraron muerta encima de la cama; le había dado un ataque epiléptico, pero en esas épocas se sabía muy poco de aquella enfermedad.
Por la tarde la enterraron. Al entierro acudieron el chico y su familia, porque fue un duelo general en todo el pueblo por la juventud de la niña.
A la mañana siguiente no encontraban al joven por ninguna parte. Fueron a llamar a la familia de ella, lo buscaron por todos los sitios posibles, pero no aparecía.
Al cabo de un rato, la hermana pequeña se le ocurrió que podía encontrarse en el cementerio. Fueron corriendo hacia allí las dos familias y lo encontraron muerto al lado de ella, abierta la caja fúnebre y las manos llenas de tierra y arañazos. Le había dado un ataque de corazón al ver que la chica había sido enterrada viva.
Lo supo porque veía la cara de ella morada y arañada por haberse asfixiado dentro del féretro.
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