Anecdotario Valdepeñero " Las cuarenta en bastos "
Anecdotario Valdepeñero " Las cuarenta en bastos "
Emiliano P. Herrera Redondo.
Un conocido agricultor de Valdepeñas, esperaba impaciente el regreso de su hijo, el cual debía rendirle cuentas de cierto asunto que le había encomendado.
La tardanza del mozo, le hacia conjeturar que algo le había ocurrido, y con ello aumentaba su intranquilidad.
Cuando, bien entrada la noche, apareció el mandatario, que al ver a su desasosegado padre esperándole, sus ademanes nerviosos delataron claramente, que su retraso podía haber sido motivado por algún incidente ajeno al normal desarrollo de la misión.
Balbuciendo atropelladamente, cuando fue interrogado por su padre, que a su vez le pidió las cuentas que debía entregarle, contó que había sido asaltado en el camino por un hombre.
El padre, conocedor del mundo y sus flaquezas, cortó las justificaciones del muchacho inquiriendo:
- ¿Y era alto ese hombre?
- Sí, muy alto- respondió el hijo.
- ¿Y es cierto que iba montado en un caballo?
- Pues claro, padre.
- ¿Y es cierto que iba montado en un caballo?
- Pues claro, padre.
- ¿Y llevaba un grueso garrote en la mano?
- Pero padre, ¿cómo sabe usted eso?
- Porque ese hombre me ha asaltado a mí y a otra gente en muchas ocasiones, y no precisamente en los caminos
- hijo mío- ese hombre es: ¡el caballo de bastos!
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Artículo de Lugia.
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