Aquellos amores (Sabiote)
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AQUELLOS AMORES
Allá por los años cuarenta, en el pueblo de Sabiote, los jóvenes del pueblo, los cuales vivían en los cortijos y éstos no se conocían, paseaban en grupos de muchachos y muchachas por la plaza Santa Cruz y el paseo Gallego Díaz.
Los grupos de mozos y mozas, cada uno por su lado se iban echando el ojo y escogiendo a la moza que mas le gustaba, cuando ya la tenían elegida, éstos empezaban a pasear. Se hacían grupos de mozas y mozos e intentaban hablar con ellas, si a ésta le gustaba el mozo se ponía en la punta del grupo y empezaba a hablar con él, si no quería nada, ésta se metía en el centro del grupo y éste se tenia que marchar con los demás mozos, así se tiraban mucho tiempo, los mozos iban a las fuentes a esperarlas, allí se tiraban las horas muertas esperando hasta que llegaban y así las veían, cuando la moza llegaba a la fuente y veía al muchacho que ella quería a ésta se le caía el cántaro y toda el agua se le derramaba, así estaban hasta que aceptaban ser novias de ellos.
Las familias preguntaban si eran personas de mucho dinero o no, si los padres lo aceptaban, lo dejaban que la cortejarán y se podían casar con ella. El iba a la casa o al cortijo en busca de ella y si el padre ese día la dejaba salir lo veía y si no se tenia que subir al pueblo sin verla después de que bajara andando hasta donde ella vivía.
Cuando a la muchacha la dejaban salir, éstos no iban solos, siempre llevaba una persona que los acompañaba, a ésta le decían “la carabina”, ésta se encargaba de que la pareja no hicieran cosas raras, el novio aprovechaba un descuido de ésta para poder darle un beso, cuando conseguía dárselo, ésta estaba toda la noche y todo el día lavándose la cara porque creía que el beso se le notaba. Al día siguiente cuando lo veía, discutía con el por haberle robado un beso, porque creía que eso era una deshonra y si su madre se daba cuenta ya no le daba el dote para casarse, la muchacha que salia embarazada la casaban a media noche para que nadie la viera, por eso estas se cuidaban todo lo posible para que la familia no se diera cuenta de nada y evitar salir embarazadas.
Al cabo del tiempo y cuando estos conseguían reunir el dinero llegaba la hora de casarse, ella iba con un vestido nuevo, otras con vestidos de novias ya usados, según el presupuesto de cada familia, se casaban por la iglesia y después se iban a la casa de un familiar donde allí se celebraba una comida con la familia.]]
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