Artesania del Bordado Popular (Santiago-Pontones)
Guarda y atesora esta comarca serrana, una rica tradición en cuanto a la artesanía del bordado popular, frecuentemente influenciada por la zona levantina mostrando en estas tierras unas peculiariedades y riquezas propias, con una gran producción de prendas y enseres de uso doméstico y de adorno personal.
Los tejidos base los constituyen los magníficos paños elaborados en la gran cantidad de telares y batanes dispersados por cortijadas y aldeas de producción particular y para uso propio de sus habitantes.
La tradición del bordado heredera de los bordados árabes se ejecuta con el "estrambe", la mejor lana que es hilada, torcida y tintada, con motivos principalmente vegetales: flores, capullos, hojas y tallos junto con elementos animales como pájaros.
La mayoría de los bordados están hechos a dibujo con puntos del "pasado" o llano, cordoncillo, de tallo, pespunte y festón.
También encontramos técnicas de cañamazo o cañamazo doble y el bordado de aplicación o "picado" con telas finas recortadas con destreza y pulcritud que resulta en bellos efectos cromáticos.
Encontramos una rica tradición de bordados sobre todo en prendas de ajuar, destacando el femenino. Así son bordadas prendas como el refajo, pañoletas, enaguas, faltriqueras y jubones, medias y mantillas, siendo también las prendas domésticas objetivo de estos primores: paños de cubrir arcones, mesas, orzas, cortinajes.
Destacar como prenda muy rica y vistosa la complejidad de "cobertores" o cubrecamas, pieza fundamental de ajuar y la más bella y colorista de todas.
Aún hoy podemos contemplar gran cantidad de estas prendas tradicionales guardadas en los arcones como mejor tesoro generacional.
Se continúa bordando estas prendas si bien el uso de los materiales está adaptado a la producción de las nuevas materias primas de lanas e hilos de bordado.
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