Calle Ramón Y Cajal (Arjona)

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Descripción

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Uno de los sitios más concurridos de gente ociosa y de personas esperando ser contratadas para las faenas agrícolas, ha sido y aún sigue siendo en menor medida las Esquinas de Cotanillo, o sea, las cuatro esquinas entre las calles Teniente Ochando, Fernando III y el cruce de Ramón y Cajal. Esta calle de Ramón y Cajal, se llamó anteriormente de Cotanillo, que recordaba un célebre, antiguo y noble apellido de Arjona que figuraba en escrituras antiguas y en las listas de Hidalgos y Cuantiosos de los caballeros de la antigua villa, como Antonio Ruiz Cotanillo y Fernando Díaz Cotanillo en 1509 y Antón Cotanillo en 1512. En lo que hoy es la conocida confitería de Campos, existió un antiguo comercio cuyo propietario era Pepe Torres, y anteriormente el casino de la Amistad, centro de recreo y reunión de las personas nobles y que al desaparecer se convirtió en el Casino de Labradores, en la que se celebraban unos famosos bailes por la distinción que en ellos había, ya que estaba prohibida la entrada si no era de etiqueta, y se velaba mucho por evitar que entraran "costumbres modernas y modas exóticas", que contaminaban las buenas formas de la época. En la puerta del Casino de la Amistad, mientras existió, y después en la de la mencionada tienda de Pepe Torres, se celebraba todos los años, el día 25 de Diciembre, la típica subasta de Ánimas, recaudándose importantes cantidades económicas, que eran destinadas para costear sufragios y oficios para los difuntos de la Parroquia de San Juan Bautista. Durante todo el año, engrosaban los ingresos de la mencionada subasta, las colectas que donaba la feligresía, y que se recogían en un cepillo, que a diario, era llevado a las casas por el sacristán acompañado de un campanero que iba haciendo sonar la campanilla y también algunos monaguillos, para el rezo de la oración de ánimas. La parroquia de San Martín, realizaba la subasta de ánimas en día de Reyes, en la esquina de la plaza, y también se hacía la colecta con el cepillo, un farol y una campanilla, de casa en casa, por toda la feligresía. También, antes de los días de la Pascua, se celebraban en ambas parroquias las tradicionales Cantadas de Ánimas, con orquesta y varias voces, acompañando al sacerdote que recogía las limosnas de los feligreses. También y sin saber por que razón, en la casa que hace esquina con el llanete, hoy propiedad de Antonio Carrero Fernández, había una gran cruz de madera colocada en el tejado. Hoy, esta calle es conocida por Ramón y Cajal, en memoria del ilustre biólogo español, premio Nobel en 1906, y anteriormente, había llevado el nombre de Antonio Bailén, en recuerdo de un diputado a cortes por este distrito.

Mapa

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