Calle Santa Ana (Pegalajar)

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Con este nombre se designaba ya aprincipios del siglo XIX a la estrecha calle que comunica las de la Cruz y Chorreadero.

Por entonces, la calle Chorradero no existía, por lo que el trazado de Santa Ana no era más que una salida del núcleo urbano al campo. Ya desde un principio contó con unas pocas casas que aprovecharon la estrecha abertura que dejó la calle Cruz, posiblemente antiguo camino rural que se vio respetado.

Su corto trazado es paralelo al de la Callejuela, delimitando entre ambas y otras perpendiculares una manzana casi rectangular, algo excepcional en el trazado urbano del Pegalajar de la época, más aún teniendo en cuenta la topografía del terreno; lo cual induce a pensar, más que en cierta planificación en su construcción, en la edificación en una parcela de tierra, respetando sus límites como calles.

La denominación de Santa Ana debió surgir desde el principio de su edificaciones, bien porque el paraje donde su ubicó recibiera este nombre, o por la devoción religiosa del pueblo, que ya antes había adjudicado nombres de santos a algunas otrascalles. Pero, curiosamente, a Santa Ana _madre de la Virgen María- no se le conoce devoción popular en Pegalajar. Sin emdargo, sí pudo tenerla siglos atrás . De hecho la tradición otal recoge la figura de Santa Ana en varios villancicos, como podemos odservar en la siguientes estrofas:

"Santa Ana, como no pare la quieren echar del templo, y ella por quearse dentro parió la Virgen y madre. EL buey lo vahea, la mula lo hocica, donde está su madre que no se lo quita (bis).

Santa Ana parió a María, Santa Isabel a San Juan, y María parió a Cristo, vísperas de Navidad. El buey lo vahea..."

En 1931, con la II República, se le cambió el nombre por el de Andrés Saborit, en homenaje a este político y periodista ( 1889- 1980) que fue director de "El Socialista" de Madrid y dirigente de su partido y de PSOE una orientación reformista, aunque moderadas, frente a las tendencias revolucionarias.

Parece ser que esta última denominació no llegó a consolidarse, por lo que en 1939, tras la Guerra Civil, las nuevas autoridades franquistas no tuvieron necesidad de cambiarle el nombre. Hasta nuestro días ha continuado con su primitiva denominación de Santa Ana.

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