Carnaval
Los primeros datos acerca de esta fiesta se localizan en Egípto donde lo celebraban con danzas, cánticos, usando máscaras y disfraces. Los campesinos se reunían en verano con los rostros enmascarados, y los cuerpos totalmente pintados, al rededor de una hoguera para celebrar la fertilidad y productividad del suelo, así alejaban los malos espíritus para una buena cosecha.
En el siglo VI A.C. llegó a Grecia. Su costumbre era pasear un barco con ruedas (carrus navális) que ocupaba el pueblo para cantar y bailar disfrazados.
En Roma, el carro era dedicado a la diosa egipcia Isis. Ésta costumbre se extendió a los Celtas y Germanos.
Estas ceremonias tenían un punto en común. Estaban asociadas a fenómenos espirituales, astronómicos y a ciclos naturales, y se manifestaban a través de expresiones como la danza, los cánticos, la sátira, las máscaras, y el desorden.
En una sociedad con tantas diferencias sociales, las fiestas suplían la necesidad de libertad para todos. Ricos y pobres se mezclaban durante el carnaval sin reconocerse.
Enseguida, el carnaval llega a Venecia, y de ahí a todo el mundo, y poco a poco fue moldeando sus características, dependiendo de las costumbres propias de cada país. Pero, por lo general, el carnaval se define a través de máscaras, disfraces, carrozas, desfiles, bailes, etc.
La Iglesia no aceptaba estas fiestas, hasta el año 590 d.de C. pasando a programarlo en función de su calendario, esto dió lugar a su celebración siempre antes del miércoles de ceniza, respetando la cuaresma (es decir los 45días)
Los carnavales de Jaén tienen una tradición que se remonta a seis siglos y fueron impulsados en su tiempo por el Condestable Iranzo. Estos tienen gran influencia del carnaval de Cádiz quienes recogen la tradición Italiana, pero no tenemos datos hasta el siglo XVI con el historiador, Agustín Orozco, narra que en el carnaval las gaditanas arrancaban las flores de las rematas para arrojárselas en broma.
En 1863 salieron varias comparsas. Como la popular de Hospicio. Cuya salida estaba anunciada incluso en la prensa.
A partir del siglo XVIII se prohíben los bailes de mascaras y en el siglo XIX se retoma su celebración con cucañas, confetis, bailes, gigantes y cabezudos, y también, pese a sus prohibiciones,jeringas de agua y triquitraques.
A medida que el carnaval iba ganando popularidad y libertad, las clases pudientes se iban apartando de él. No hay que olvidar que el carnaval refuerza la conciencia de clases. Quizás por esto el ayuntamiento no lo reconocía como una fiesta popular.
La furia contra el carnaval llegó a ser tan generalizada entre las clases pudientes de la ciudad que ante la imposibilidad de acabar con ella, decidieron ponerle en la medida de lo posible control,pero estaba comprobado que las prohibiciones, incluso el castigo, eran inútiles para lograr desterrar estas celebraciones.
Los años 20 fueron de gran esplendor, ya que se encontraron la libertad republicana. Pero en el año 1937, Franco prohibió la celebración de los carnavales en toda España, sin embargo no era extraño escuchar por febrero en las tiendas de vinos y en las trastiendas, algunas coplas cantadas por algún grupo de nostálgicos.
En 1948 se autoriza una fiesta de coros muy controlada y censurada por las autoridades, se llamaron las fiestas típicas gaditanas.
Con la muerte de Franco, se pudo recuperar a partir de 1977 el carnaval, volviendo a sus esencias de origen.
En Sevilla en la segunda mitad del siglo XIX lo celebraban a orillas del rio donde proliferaban las máscaras y las bromas y también se escuchaban comparsas.
Se observan celebraciones carnavalescas en: Carmona, Isla Cristina, Jaén, Málaga, Granada, Puerto de Santa María, San Fernando, Jerez, Bornos, Chiclana, Sanlucar de Barrameda.
La fenomenología religiosa reconoce en el carnaval un periodo festivo de renovación. El pueblo se toma un periodo de desorden con el propósito de volver luego a la normalidad. Hubo por este motivo largas etapas de prohibiciones, por lo que los carnavales no tuvieron siempre el mismo esplendor.
En estos últimos años, (desde 1992) a través del Patronato de Cultura, Turismo y Fiestas del Ayuntamiento, se vienen organizando pasacalles, concursos y festejos populares, que han renovado la imagen del carnaval.
