Edad Moderna (Peal de Becerro)
Finaliza la Reconquista, el Adelantamiento de Cazorla perdió su valor estratégico y se quedó de hecho en mero Señorío. Sin embargo,como el ventajoso cargo de adelantado, designado por los arzobispos toledanos, resultaba muy apetecible, hubo ocasiones en que miembros de la nobleza o de familias influyentes trataron, en una pugna más o menos abierta, de alcanzar ese nombramiento. Así ocurrió en el siglo XVI con el poderoso secretario de Carlos I, el ubetense don Francisco de los Cobos. Y no sólo lo consiguió, sino que logró convertir el título en hereditario. De este modo tuvo lugar el llamado Cisma del Adelantamiento o periodo en que el gobierno del señorío pasó a manos del marqués de Camarasa, descendiente de don Francisco de Cobos, no sin que la Iglesia toledana se opusiera mediante un larguísimo pleito que enfrentó a los dos pretendientes al título, el Arzobispado de Toledo y los Camarasa. El conflicto se prolongó desde 1545 a 1606, fecha en que el cardenal Sandoval Rojas puso fín al litigio mediante la concesión de importantes compensaciones a los Camarasa, mientras la Mitra se reservaba la titularidad sobre el Adelantamiento.
En los siglos XVII y XVIII se originaron pleitos entre la Corona y la Mitra por cuestiones de jurisdicción, fueros y rentas que empobrecieron el Señorío. En1811, las Cortes de Cadíz abolieron la jurisdicción civil de la Mitra Toledana sobre tierras, aunque no ocurría lo mismo con la jurisdicción eclesiástica. Cazorla y las demás villas y aldeas del Adelantamiento seguían dependientes del arzobispado de Toledo hasta 1954.
La Provincia marítima de Segura.
El comienzo de la Provincia Marítima tiene lugar durante el primer tercio del siglo XVIII cuando se inician los trabajos para la construcción del edificio hizo que intentara recuperar la navegación de maderas por el Guadalquivir, como tradicionalmente se había hecho. La madera vino tener una nueva utilidad al pensar en las maderas para la construcción naval. Para ello, en 1738, se realizó una visita a la Sierra de Segura con el objetivo de analizar su potencial maderero.
Fernando VI aprobó las Ordenanzas de Montes de 1748 que tenía como principal novedad la creación de las provincias marítimas y el establecimiento de la jurisdicción de Marina. La supremacía de la jurisdicción de Marina sobre las demás en los asuntos relacionados con el bosque constituyó un largo foco de problemas y de conflictos entre los municipios respecto a las formas de vida emanadas de la aplicación de las Ordenanzas del Común de 1580. La nueva normativa se justificaba por el mal estado de los bosques y la necesidad de proveer de madera a la Armada.
Aunque se estableció el Ministerio de la Provincia Marítima de Segura en Orcera, afectó a la Sierra de Cazorla, puesto que una de sus cuatro subdelegaciones se encontraba en Cazorla, y entre los municipios que comprendía esta provincia estaban entre otros, la propia Cazorla, Quesada, La Iruela, Hinojares y Pozo Alcón.
La activiad forestal supuso la reactivación económica de la zona y beneficios para muchas familias dedicadas al carreteo de la madera o a la maderada hasta la Guerra de la Independencia (1808-1814) que paralizó la activiadad, lo que supuso un gran problema, que unido a los incendios de los pueblos, por parte de los invasores, dejó a la comarca en una situación crítica.
Las Cortes de Cadíz establecieron la supresión de las jurisdicciones especiales por lo que la jurisdicción de Marina cesa temporalmente. Tras la vuelta de Fernando VII se produjo el restablecimiento del Negociado de Madera de Segura por cuenta del ramo de la Hacienda. Este organismo subsistió a duras penas hasta el establecimiento de las Ordenanzas de Montes en 1833.
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