El Nativo de la Cabila: Fuensanta de Martos
La Leyenda
A principios del siglo XX una serie de problemas se habían ido acumulando, provocando una de las mas graves crisis económicas y políticas por las que jamas haya atravesado España. Uno de estos numerosos problemas era el provocado por la crisis de Marruecos tras la sublevación de los rifeños. El punto de tensión mas alto de la crisis se había alcanzado en 1921, en que los nativos de Marruecos liderados por Abbu-el-Krim, habían infligido una seria derrota a las tropas españolas en Annual.
Ante esta critica situación, se había hecho necesario el reclutamiento obligatorio de todos aquellos que estuvieran en edad de alistarse. Esta medida se había extendido a toda la geografía española, viniendo a perturbarla relativa tranquilidad de numerosos campesinos, que se habían visto forzados a abandonar su hogar y su trabajo para dirigirse a una tierra lejana y desconocida para ellos, donde deberían enfrentarse contra expertos conocedores del terreno, y convencidos defensores de sus derechos.
Después de varios meses de luchas y escarceos, los soldados españoles se sentían fatigados y afligidos, de modo, que al llegar al campamento solían buscar la soledad de algún rincón para sosegar su espíritu. Encontrabase uno de estos campesinos reclutados meditando sobre la sin razón humana, cuando de pronto, se presento ante el un nativo perteneciente a una de las cabilas que apoyaban a las tropas españolas. Tras unos segundos de silencio, este pregunto: ¿tu eres de Fuensanta?. El campesino quedo sorprendido, pero finalmente respondió que si. Ante lo cual, el nativo le relato la siguiente historia:
Hace muchos años mis antecesores procedían de aquellas tierras que ahora son tus tierras, habían desarrollado toda su vida en ese lugar, pero tras el decreto de expulsión de los moriscos hubieron de partir, y vinieron a instalarse aquí. Generación tras generación fueron dejando constancia de su paso por las tierras de Fuensanta, y de las muchas riquezas que allí hubieron de dejar cuando partieron. El deseo de nuestros antepasados siempre fue el de que alguno de sus descendientes volviera a Fuensanta para recuperar las riquezas que ellos dejaron allí escondidas. Para poder encontrar el tesoro tan solo nos dejaron como legado la situación en que se encontraba localizado “Funtayala”, y unas frasecillas que rezan como siguen:
“!Peñón del Ajo!, !Peñón del Ajo!
Quien te cogiera con todo el oro y la
plata que llevas debajo”.
El campesino de Fuensanta tras oír este relato quedo estupefacto, pero una vez repuesto de la sorpresa, le contesto que efectivamente había una leyenda en Fuensanta que hablaba de un tesoro enterrado en el peñón del Ajo. Finalmente, el nativo de la cabila antes de marcharse dijo: algún día mis hijos, o los hijos de mis hijos habrán de emprender el viaje para recuperar aquello que nuestro antepasado Harum dejo escondido esperando que alguno de su sangre fuera a recuperarlo. Día en que su espíritu errante podrá finalmente descansar en paz.
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