Fiestas de Castillo de Locubín
El ciclo festivo tradicional de Castillo de Locubín, ampliamente estudiado por Rafael Alvarez de Morales y Ruíz, está profundamente enraizado en sus costumbres agrícola-festivas, muchas de ellas caídas en el olvido.
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Fiesta de San Antón
Se celebran el 17 de enero
Son festejos dedicados al patrono de los animales, y para celebrarlos, días antes del 17 de enero, se desplazan los congregantes de la Hermandad por las casas particulares y caseríos solicitando donativos en especie, a base de testuzo, tocino y patas de cerdo, calabazas y roscones, que después son subastados públicamente y los ingresos obtenidos con ello son dedicados a los gastos de la fiesta.
Fiesta de la Candelaria
Se celebra el 2 de Febrero.
Es típica esta fiesta por la procesión que se realiza alrededor de la Iglesia con la imagen de la Virgen, llevando la torta y unos palomos, así como la bendición de las candelas. Con este motivos los niños llevan a la Iglesia unos cestos pequeñitos con unas cuantas toscas de pan, adornadas con tomillo, que son bendecidas por el sacerdote, acudiendo a este acto una gran multitud, no sólo de niños, sino también de personas mayores.
Semana Santa
Con sus procesiones de El Santo Entierro, El Cristo del Perdón, Ntra. Sra. de los Dolores y Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Cuenta una vieja leyenda que encontrándose de paso por el Castillo unos carreteros que portaban una imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno con destino Alcalá la Real y habiendo descansado y pasado la noche entre los castilleros, decidieron a la mañana siguiente ponerse en marcha para continuar su viaje. Tal era el peso de la imagen del Nazareno que no consiguieron, pese a todos los esfuerzos, poner la carreta en marcha, lo que fue interpretado por los vecinos propios de la villa como una señal de que aquel Jesús Nazareno quería quedarse entre los castilleros.
Fue erigida una ermita en el lugar, y allí comenzó a ser venerada la imagen como propia de la villa. En la segunda mitad del siglo XIX la feria que se celebraba el día 8 de septiembre en honor de la Natividad de Nuestra Señora, bajo la advocación de la virgen de la Cabeza, pasó a realizarse bajo el patronazgo de Nuestro Padre Jesús Nazareno, cuya preciada talla, esculpida por Martínez Montañez, es procesionada en los días de los festejos de Septiembre.
Durante la Semana Santa, concretamente el Jueves y Viernes Santo, tenían lugar las representaciones teatrales de la Pasión con los tradicionales "pasos", alguno de los cuales aún perduran en otros lugares de la comarca como es el caso de Alcaudete.
Fiesta de la Cereza
Se celebra el tercer fin de semana de Junio.
Fiesta Gastronómica de productos autóctonos y de productores de cereza.
La Concejalía de Cultura y Festejos del Excmo. Ayuntamiento de Castillo de Locubín está trabajando desde 1983 en la promoción y difusión de ese producto tan importante en nuestra comarca. Entre las actividades a desarrollar se encuentra la recopilación de recetas ganadoras de los Concursos Gastronómicos de la Fiesta de la Cereza de años anteriores, tanto en la especialidad de Postres como en la de Platos Especiales
En esta fiesta gastronómica de productos autóctonos y de productores de cereza. En ella se puede degustar y comprar cerezas, licores, productos elaborados con cereza, artesanías, cerámicas, etc. Se realiza un concurso donde se premian al mejor plato y al mejor productor. La fiesta tiene su pincelada final con música y baile.
En esta fiesta se ha puesto de manifiesto las coordenadas que determinan la forma de ser del castillero: trabajador y emprendedor. Hoy las cerezas de Castillo de Locubín se exportan a los más diversos lugares y forman parte, por méritos propios, de las más exquisitas confituras que se producen en el resto de Europa.
Feria de San Antonio
Feria de San Antonio, 13 y 14 de junio en Ventas del Carrizal.
Verbena del Carmen
Se celebra el 16 de Julio.
Fiesta del Emigrante
7 y 8 de agosto (coincidiendo con el fin de semana en Ventas del Carrizal).
Fiestas patronales en honor a Ntro. Padre Jesús Nazareno
Del 7 al 11 de Septiembre.
Romería en honor a la Virgen de la Cabeza
Los jóvenes de ambos sexos agarrados de las manos y en corros o ruedas, a veces de más de cincuenta personas, practican durante horas y horas un baile que consiste en saltar ininterrumpidamente, a la vez que se desplazan por las diversas calles de la ciudad, cantando coplas propias de estas fechas, dirigiéndose a un lado y a otro. Cansados, se detienen y, entonces, juegan por parejas a la rueda y, y otras veces se arrojan de unos a otros un cántaro de cerámica de grandes dimensiones y aquel a quien se le rompe, se le sancionan con la práctica de algún acto que generalmente le pone en ridículo ante los restantes.
