Flora de Quesada
A pesar de la degradación y el retroceso del auténtico bosque mediterráneo a nivel general, en Quesada todavía podemos disfrutar de esta autoctonicidad en algunos de sus cerros y bosques más densos. Así, entre las formaciones propias del bosque mediterráneo que podemos observar en la sierra quesadeña está la encina, llama en Quesada "carrasca", propia sobre todo de la zona del Chorro, Fique, Béjar y en las proximidades del Puerto de Tíscar. Otra de las masas forestales es el pinatar, donde hallamos tres especies fundamentales: pino carrasco, pino negro y pino laricio. Entre los 600 a los 850 metros predomina el pino carrasco que ha sido introducido a la vegetación autóctona mediterránea. Está acompañado de especies residuales de antiguo bosque mediterráneo como el lentisco, el madroño, la madreselva, espárragos, tomillo, romero....
Oscilando los 850 a 1200 metros, aparece el pino negro o resinero que ha sustituido a gran parte del bosque mediterráneo original de la sierra con quejigos, encinas y arces. Aparecen junto a ellos la cornicabra, el acebo, madroño, espinos... y algunos endemismos como la violeta de Cazorla (Viola Cazorlensis).
Por encima de los 1200 metros encontramos el pino laricio, autóctono de estas sierras, suele estar acompañado por piornos y además por un sotobosque formado por enebros, hiedras y sabinas que a estas alturas se hace rastrero; siendo "el Pino de las Tres Cruces", entre el Pico el Cabañas y el nacimiento del Guadalquivir, un ejemplar de gran envergadura.
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