Geografía de Larva
Se localiza ocupando un territorio en pendiente en dirección hacia el río Guadiana Menor. La pluviometría es escasa, propiciando una vegetación esteparia y una erosión muy fuerte, que ha dado lugar a grandes barrancos y torrenteras que conforman un paisaje semidesértico.
Más de la mitad del término municipal de Larva está dedicado a pastizales, tomillares y espartizales, siendo muy pequeño el número de especies arbóreas forestales en ocasiones fruto de la repoblación. Paisajes muy apropiados para la realización de senderismo y otros deportes de aventura. Casi todas las tierras labradas se dedicaron a la producción de cereales (cebada y trigo), aunque hoy en día predomina el olivar.
El relieve de Larva contrasta entre la parte N y la S. El Norte posee un relieve suave, con cotas de 600 metros destacando los cerros del Chorrillo y el Moro en el límite con Quesada. Aquí abundan los barrancos que originan un relieve acarcavado. Al Sur está la Sierra de Larva de relieve abrupto y pronunciadas pendientes, con el Cerro de los Picones de 1.144 metros como su máxima altura.
Su vegetación es la propia de una zona esteparia fruto del abandono de los campos de cultivo en la que se han desarrollado el esparto, que tradicionalmente ha sido utilizado en la artesanía, y la atocha. También son frecuentes los albardinales, el lentisco, la retama, el romero y en cenizo. Junto al Guadiana Menor se desarrolla una vegetación de rivera con tarais, adelfas y cañas.
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