Historia:Villarrodrigo
Los primeros vestigios de asentamientos en la localidad, datan de la Edad de Bronce y se encuentran en el lugar conocido como Piedras de la Ermita. Posteriormente en la Edad de Hierro, la presencia humana se localizó en la zona del Atalayón.
Siguiendo con esta cronología, aparecieron restos de cultura celtíbera en el cercano paraje de Bayonas. Allí se encontró el grupo escultórico conocido como "El león de Bienservida", -incomprensiblemente llevado a un museo de Albacete-, es una muestra de la influencia funeraria griega y fechado a finales del siglo IV antes de Cristo. La romanización de estas tierras, también legó su cultura en forma de una necrópolis en Las Higuericas, donde pueden contemplarse inscripciones funerarias cinceladas sobre las rocas.
Dando un gran salto en el tiempo, nos situamos en plena Edad Media. Fue en el siglo XIII, cuando coincidiendo con el avance de los reinos cristianos hacia el sur, la Sierra de Segura quedó unida territorialmente a la Corona de Castilla, bajo el Señorío de la Orden de Santiago y la Encomienda de Segura. En ese territorio era donde se ubicaba Albaladejuelo de la Sierra, citado como "un lugar muy bueno, en llano, al pie de una sierra". El maestre de la Orden de Santiago, D. Rodrigo Manrique, otorgó en 1478, a la población, el título de villa, imponiendo como condición la construcción de una muralla, por ser "ésta tierra de moros". En esa fecha, la aldea ya convertida en villa, pasará a denominarse Villarrrodrigo, -parece que en honor de D. Rodrigo, padre del insigne poeta medieval Jorge Manrique-.
En 1553, el Príncipe Felipe, le concede en nombre de su padre el Emperador Carlos I, la Carta de Privilegio, tras el pago de dos cuentos y doscientos cincuenta mil maravedíes, -según un documento fechado en Valladolid- y el ejercicio de jurisdicción civil y criminal, independizándose así de Segura de la Sierra. La villa también fué sede de la Vicaría con jurisdicción sobre las vecinas poblaciones de Génave, Torres de Albanchez y Bayonas. Se rigió como toda la comarca por las Ordenanzas de 1580. Entre sus hijos ilustres destacan dos varones eclesiásticos: Alfonso de Segura, Cartujo de Escala Dei, del siglo XVI, y Fray Francisco de la Asunción, Trinitario que fundó en Roma un Hospicio donde hoy se levanta la Iglesia romana de San Carlino.
Formó parte en el siglo XVIII, de la provincia marítima de Segura. En el marco de las reformas administrativas llevadas a cabo en el siglo XIX, la nueva división provincial, obra de Javier de Burgos, integró en 1833, el municipio en la provincia de Jaén.
