Historia de Buena-Hija (Los Villares)

De Jaenpedia
Saltar a: navegación, buscar
Sin-relevancia.png Sin relevancia aparente: el asunto de este artículo inducen a creer que debería ser borrado. Por favor, añade información que permita evaluar la relevancia del tema o edita el artículo, según corresponda.

Historia de Buena-Hija


Ni es cuento ni es fábula lo sucedido en mi querido pueblo villariego

que ocurrió hace muchos años atrás en el paraje llamado Buena-Hija,

pues su nombre bien puesto está en honor a una hija

que de la prisión pudo a su padre salvar y darle la libertad.

Este hombre vivía en un cortijo situado, como he mencionado ya,

en Buena-Hija, en compañía de su hija que estaba casada ya.

A este hombre por circunstancias de la vida que no quiero mencionar

cometió algunos errores y a la prisión fue a parar.

La justicia no fue benévola y gran condena tenía que cumplir,

esta hija desesperada habló con jueces y superiores,

clemencia pidió de rodillas pues nada pudo hacer

ni encontrar a nadie que le pudiera ayudar.

A veces el ser humano somos injustos hasta con nosotros mismos,

aún cuando se trata de juzgar a alguien el cual había cometido algunas faltas.

Autora de la historia, Los Villares (Jaén)

Pasaron los días y el juicio se vino a celebrar

y tal condena le dieron a cumplir

que fue que peor que una muerte letal.

A este hombre le condenaron a que,

pasando los días sin llevarle ni agua ni pan,

muriera sin piedad.

Esta hija no vivía todo era en sinvivir y tormento

y en estado de gestación que se encontraba

el alumbramiento se adelanto, tuvo suerte

y una hija trajo al mundo hermosa como hermoso es el sol

que sale cada día para a todos alumbrar.


Esta hija estaba triste y desolada

y ni la hermosura de aquella niña la venía a consolar.

Aquella pequeña niña se amamantaba

de los pechos de su madre y se la veía cada día con más luz

y resplandecía toda ella tan viva y hermosa

que a su madre se le ocurrió una idea.

Cuando estuvo recuperada del parto

pidió permiso para visitar a su padre

pues ya estaba muy deteriorado, casi en la fase final.

Permiso concedido que le vinieron a dar

pues pocos eran los días que le iba ya a visitar.

Cada día que entraba a ver a su padre

esta hija era chequeada de arriba hasta abajo

para que nada pudiera llevar

cuando pasada una semana el padre le brillaban los ojos

y el reflejo de la muerte que tenía tan presente

se empezaba a disipar los guardias alertaron

pues era mucha mejoría la que veían ya.

Al principio pensaron que fue el poder permitirle

estar cada día un poco tiempo con su hija

lo que vino a este hombre recuperarse un poco

de la falta de alimento y de su fase terminal,

pero los días pasaban y este hombre se sentía más vivo

y con pocas ganas de irse de este mundo

pues de una forma que no entendía nadie

este hombre no fallecía.

No hallaban explicación y la hija cada día

cumplía con la obligación que le habían concedido,

por supuesto cada día chequeada de arriba hasta abajo

con el miramiento de una lupa

para que nada pudiera llevar escondido

en ningún rincón de su cuerpo para su padre alimentar.

Como los días pasaban, el padre mejoraba

fue requerida por la justicia en un tribunal a ser juzgada

ante el juez se presentó y le pidieron explicación

y estas fueron sus palabras:

“Señor juez yo os contaré el secreto de que mi padre

no muera de hambre ni de sed a cambio solo pido

que deis su libertad para que regrese conmigo

el tiempo que le quede de vida ya.”

Se retiraron los jueces y se fueron a deliberar

pues dijo uno que fuera el médico al encarcelado a visitar.

El médico le hizo un pequeño diagnóstico y dijo

que ése ahí bien nutrido estaba que sólo estaba pálido

de falta de luz y el sol que no le venían a dar

pero que por falta de alimento ese hombre no fallecería.

El diagnóstico del médico les hizo mucho cavilar

y entre todos acordaron poder desvelar el secreto

que esta hija tenía y ellos nos lograban descifrar.

La volvieron a llamar mas ella dijo:

“debo de pasar por la cárcel y traer a mi padre acá

para desvelar mi secreto, pues tiene que tener mi padre la libertad”.

Así fue, mas esta hija se levantó ante todo un tribunal y dijo:

“Pues una hermosa hija he tenido…” y se hizo un murmullo,

“que con éstos mis pechos he podido amamantar y criar

por qué no voy a devolverle la vida a mi padre y también amamantar”.

El tribunal quedó exhausto de tanta cavilación

y las gentes que allí se hallaban todos eran palmas y vítores al ver,

este hombre cobraba su libertad gracias a una buena hija

que a su padre pudo salvar.

El padre de que se vio que recobró su libertad

abrazó a su hija y nieta y dijo:

“Vamos al cortijo que desde hoy se llamará el cortijo de Buena-Hija

pues el nombre bien puesto está”.


Escrito por Elvira Parra Serrano

Principales editores del artículo

Valora este artículo

2.8/5 (8 votos)