Historia de Jódar

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Los orígenes históricos del término de Jódar se remontan a la época calcolítica, en torno al III milenio antes de Cristo, siendo ese asentamiento el de Las Quebradas, en torno a importantes yacimientos, como el del Cerro Cabezuelos, excavado por la Universidad de Granada y que data de la Edad del Bronce Final, la Loma del Perro o el del Cerro Castillejo donde se asentó la villa de Jandulilla, siendo considerada la actual Jódar como la continuadora de la misma y donde se han encontrado importantes restos como el León Ibérico o la Esfinge del Jandulilla descubierta en el Cortijo de El Álamo.

A principios del siglo IV a.C se produce la colonización del Valle del Jandulilla, dirigida desde el oppidum de Úbeda la Vieja. También muy cerca de la actual Jódar, por el llamado Camino Real del Paso, pasaba una importante Vía Romana, no en balde este camino fue muy frecuentado en todas las épocas.

En la propia ciudad se ha encontrado cerámica ibérica y abundantes monedas romanas. Cerca de la ciudad existen importantes pinturas de arte rupestre.

Aún no está claro el origen del nombre de la ciudad, para unos historiadores representa un nombre propio de persona, para otros un topónimo, que proviene del latín "Saltus" que significa bosque, otros afirman que es una prenda femenina o un lugar de compras, y por último que procede de la palabra árabe "júdar" que significa hortaliza.

El nombre de la ciudad ha pasado de Saudar- Sawdar-Xuedhar-Sudar-Xodar a Jódar.

Fue durante la época musulmana cuando la ciudad vivió uno de sus grandes momentos de esplendor, al ser considerada por varios historiadores como la Capital de la Cora de Jaén, siendo uno de los lugares mejor fortificados y defendidos.

Convertida en centro político se edificó una Mezquita-Aljama de tres naves, sostenida por columnas de mármol, estando rodeada de murallas y de fértiles huertas y jardines, celebrándose los martes uno de los mercados más frecuentados de la región, produciéndose el célebre tinte llamado "Chalat Xuedharí", sacado de la grana y que servía para teñir en color carmesí, llegando su fama hasta las más remotas regiones, siendo famosos sus paños. Jódar se convirtió igualmente en la primera productora de aceite de la Cora siendo conocida como "Gadir al-Zayt" (El depósito de aceite). Jódar adquiere protagonismo propio en la historia en el año 889, cuando su Señor, Jayr B. Sakir se subleva, creando un Reino de Taifas en la comarca, dando lugar a posteriores luchas entre Kilabíes y Muladíes.

Hay varias fechas probables para la conquista castellana de Jódar, la más admitida es la de 1229, cuando a través de un pacto fue dada al rey Fernando III en el verano de ese año. Aunque parece ser que pudo estar en varias manos en poco tiempo, dado su carácter fronterizo. Lo cierto es que el rey concede a Sancho Martínez de la Torre, después de Xodar, el título de Señor de Jódar, creando uno de los pocos y principales Señoríos Laicos de Andalucía, más tarde Sancho Martínez es nombrado Adelantado Mayor de la Frontera, convirtiéndose en el principal personaje de la época.

En 1272 el rey Alfonso X concede a Jódar el titulo de Villa Leal y el Fuero de Lorca, con este Privilegio ampliado después por sus sucesores y confirmado por todos los reyes de Castilla y de España hasta Carlos IV, se dotaba a los vecinos de una serie de ventajas en impuestos, comercio y residencia con el fin de aumentar la demografía en la frontera consolidando las poblaciones de la misma.

Desde finales del siglo XIII y hasta finales del siglo XIV el Señorío perteneció a los Sotomayor, siendo constantes las incursiones en territorios del reino nazarí de Granada y de éstos últimos en el de Castilla, debido a su carácter fronterizo. Esto da origen a bellas leyendas como la de “Estefanía Martínez” que defendiéndose de un ataque, logró salvar su vida y la de media docena de niños aupándolos por la muralla, o la de la “Cruz de Requena” apareciéndose al traidor Requena el mismísimo Diablo en forma de macho cabrío.

Durante el siglo XV la Villa perteneció a varios Señores como los Condestables Dávalos e Iranzo y a la poderosas familias de los Zúñiga y Girón, pasando definitivamente en 1485 a Día Sánchez de Carvajal, creando los Reyes Católicos el Mayorazgo de Jódar. El señor de Jódar Alonso de Carvajal acompañó a Cristóbal Colón en su segundo viaje a América, tripulando una de sus naves, siendo varios los Galdurienses que emigraron a América durante el siglo XVI y XVII.

En la Guerra de las Comunidades es asaltada y quemada la Villa en 1520. Con la definitiva incorporación a la corona de Castilla del reino de Granada se inicia la común convivencia de los reinos de la península iniciándose una etapa de crecimiento demográfico y urbanístico, así como la construcción de edificios públicos como fuentes, Casas Capitulares, inicio de las obras de la actual Iglesia de la Asunción, Hospital de la Santa Misericordia, Real Pósito etc. desarrollándose la industria del esparto, que sería pilar fundamental en la economía familiar entre recolecciones. En 1619 el rey Felipe IV crea el Marquesado de Jódar.

La decadencia del siglo XVII se sintió en la población, donde la emigración, hambre y la terrible peste bubónica de 1681 que se llevó a más de un millar de personas, hizo que Jódar entrase en una profunda crisis de la que no se recuperaría en siglos. A todo esto se unió el que los Marqueses incumplían el Fuero y los Corregidores abusaban de su poder, la miseria imperaba en una sociedad masiva de jornaleros sin tierra, de escasos labradores, la mayoría arrendatarios de las grandes fincas de los Marqueses, y de la Iglesia, con una pequeña clase hidalga de escasa influencia. Con la masiva plantación de olivares en toda Andalucía se desarrolló vertiginosamente la industria del esparto, pues había que surtir de capachos, para la extracción del aceite en las Almazaras, y de cordelería y enseres de acarreo para los animales a toda Andalucía, Murcia y Extremadura por lo que la inmigración en busca de trabajo trajo a Jódar a miles de personas de toda España e incluso algunas de Europa, llegando la población a duplicarse. Con las Desamortizaciones a la Iglesia y la desaparición de los Señoríos en 1836, aparece una nueva clase social: la Burguesía, que iba a controlar más férreamente el poder local.

Jódar durante el siglo XIX fue cuna del Liberalismo, en el Cerro Luengo el General Riego perdió el 14 de septiembre de 1823 su última batalla. Unos años antes, en 1808, Jódar había elegido su primer Ayuntamiento democrático, siendo abanderada en reivindicaciones liberales. Sin embargo comenzó a surgir el problema de la vivienda por lo que se inició la construcción de cuevas, dando lugar a barrios marginales en inhumanas condiciones.

En 1848 se gana el Pleito contra el Marqués-Conde de Salvatierra, el cual a través de un Concordato cede a la Villa el uso de todos los atochares de sus propiedades y una porción de tierras para los jornaleros que no tuviesen. El incumplimiento de este acuerdo, como antes fue el del Fuero, dio lugar a revueltas y huelgas durante más de ochenta años.

Con la llegada del ferrocarril, carretera nacional, comunicaciones, etc. la Villa comenzó a desarrollarse vertiginosamente aumentado su población en más de 10.000 habitantes, por lo que el rey Alfonso XIII le concede en 1919 el título de ciudad y el tratamiento de Ilustrísimo a su Ayuntamiento.

Durante los años 20 se construyen varios edificios públicos, barrios... desarrollándose la agricultura con los canales de regadío, surgiendo partidos politicos, sindicatos socialistas o hermandades religiosas que intentaba paliar la crisis obrera y la situación de los jornaleros.

La II República encamina sus pasos a las mejores sociales de las clases más desfavorecidas, surgiendo figuras como la del Alcalde José Gallego; pero tras la dura y sangrienta Guerra Civil, vendrán años de necesidades y de lenta evolución. Los problemas de la propiedad, el paro, la falta de viviendas dignas y las duras condiciones del trabajo del esparto, son objeto de denuncia entonces por los Párrocos locales, en especial Antonio Cuadros. Y, como un problema añadido, la cada vez mayor competencia de las fibras sintéticas lleva a la práctica desaparición de la industria del esparto en los años 60, cuando la población tenía más de 16.000 habitantes, por lo que ante la falta de trabajo se inicia la emigración de miles de personas a las zonas industriales del país, quedando la población en unos 12.500 habitantes, que son los que actualmente tiene, en un término municipal pequeño... A finales de los 60 la ciudad se moderniza con la construcción de edificios públicos, colegios, abastecimiento domiciliario de agua potable y redes de saneamiento urbano, comenzando a eliminarse el problema de las cuevas con la construcción de viviendas sociales durante más de treinta años.

Hoy el principal problema de Jódar sigue siendo la alta tasa de paro y la falta de industrias que den una alternativa al monocultivo del olivar y la emigración temporera, mitigada con la concesión de tierras en “El Chantre”, invernaderos, ampliación de zonas regables y otras medidas. Pero el acceso a la tierra se mantiene como una constante reivindicación por parte de los jornaleros.

La ciudad, tras años de movilizaciones durante la Transición Democrática, busca alternativas y pone las bases para consolidar su desarrollo y recuperar el tiempo perdido...

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