Historia de Lahiguera
Historia de Lahiguera
a. Edad Antigua 1
La ocupación más antigua documentada para la higuera se remonta al Neolítico final, período en el que se inicia la consolidación de la economía agrícola. Este proceso desembocará con el desarrollo de la Edad del Cobre en la sedentarización definitiva de la población aldeana. A partir de estos momentos, finales del IV milenio antes de Cristo y de los inicios del III milenio antes de Cristo, se aprecia un aumento importante de la presencia humana en la zona, vinculado con la existencia de los mejores suelos para el aprovechamiento agrícola.
Esta sedentarización junto con la necesidad de ir aumentando el espacio productivo, llevará a estas poblaciones a una competencia por el uso de esos suelos. Así se explica la elección de los lugares para los emplazamientos de las aldeas, cerros de buenas posibilidades defensivas, que serán jalonados por complejos sistemas de fortificación.
A este momento corresponde el esentamiento de LOS POZOS, situado en el casco urbano, que fue objeto de una intervención de urgencia en el año 1986. Allí apareció una de las primeras fortificaciones conocidas para esa fase, un sistema defensivo basado en un profundo foso excavado en la roca, con muros de abobe. Junto a él aparecieron las estructuras de habitación, fondos de cabañas, de forma mas o menos circular, donde aparecieron gran cantidad de materiales cerámicos, sobre todo fuentes y platos.
a. Edad Antigua 2
Entre mediados y finales del tercer milenio, se culminará el proceso de sedentarización y se consolidará el modelo de agricultura cerealista. El poblamiento responde a tres tipos de asentamientos: grandes centros fortificados, pequeños asentamientos de vigilancia y centros agrícolas reducidos especializados en el cultivo. A estos tipos responderían asentamientos como los GRANAOS, CARZONES, EL TEJAR, COLORINES, LAS CANTERAS, SANTA CLARA O ATALAYA. En todos ellos, son numerosos los fragmentos de cerámica a mano con las formas características, como son las fuentes de labio engrosad0 y las escudillas; se ha documentado también utillaje como hachas y azuelas de gran tamaño, hojas denticulares de sílex vinculadas a hoces de siega, que nos indica una clara orientación hacia el cultivo de secano en esos momentos.
En CERRO CORBÚN, encontramos un pequeño poblado, que por los materiales de superficie, podría adscribirse a un momento de transición entre el Cobre y Bronce.
La etapa ibérica también tiene representación en asentamientos como el mismo CERRO CORBÚN, que vuelve a ocuparse en estos momentos,y en el que se aprecian algunas alineaciones de piedras que podrían conformar estructuras poco definidas, junto con las típicas cerámicas ibéricas pintadas. También al mundo ibérico correspondería el oppidum de LA ATALAYA, asentamiento que tras ser abandonado en la edad del Cobre, será ocupado de nuevo en estos momentos y continuará hasta la ocupación romana, desapareciendo según los materiales que aparecen en superficie en torno al siglo II después de Cristo.
En la época romana, la zona está densamente poblada, documentándose un gran número de asentamientos de carácter rural, villas, entre las que podríamos sitar POZO NUEVO, EL ARBOLICO, LOS MORALES, LA ALCANTARILLA ,LAS VENTILLAS, LA VELASCA;en algunas como LAS LOSAS, se han localizado en labores agrícolas gran cantidad de tumbas de la época romana; en otras como la CUESTA DE LA DEHESA, aunque no hay restos de estructuras en superficie, aparecen grandes sillares de piedra que pudieron formar parte de construcciones hoy desaparecida; de mayor superficie, que podría corresponder con aldeas, encontramos LOS ARTESONES, en el que también han aparecido tumbas.
De un momento pleno de la romanización en la zona se conserva aún en uso el puente junto a CORBÚN, un puente a dos aguas, muy colmatado en la actualidad, del que se aprecia un solo ojo, aunque se supone la presencia de tres.
b. Edad Media 1
En el caso de la actual localidad se han encontrado restos de época islámica en dos puntos: LAS CUEVAS Y LOS POZOS.Su situación hace pensar que formaban parte de una misma población,antecedente y que quizás tendría mayor extensión que la actual Lahiguera. Esta ocupación, que comenzó en época prehistórica, vino determinada por la relativa elevación del lugar con respecto al entorno, lo que le deba una amplia visibilidad y posibilidades defensivas. Por otro lado, la configuración caliza del terreno permite abrir con facilidad silos, que se emplearían para guardar grano, y que es uno de los rasgos que caracterizan a este lugar desde la época prehistórica hasta la medieval. La cerámica islámica encontrada es abundante, pero desgraciadamente no está acompañada de restos de edificaciones. Probablemente la localidad pasó a manos de castellanas tras el pacto entre Fernando III y Al-Bayyasi, por el que este último entregó al monarca castellano varias localidades, entre ellas Andújar junto a la que iría esta.El nombre con el que aparece la población en el siglo XIII, Fuente de la Figuera, es casi con toda seguridad una traducción directa del nombre árabe, que muy pronto quedará reducido a "La Figuera". Los castellanos no cambiarían la orientación casi exclusiva agrícola del lugar, siendo complementarias sus funciones de vigilancia. En 1234 Fernando III entrega la aldea a Andújar.
b. Edad Media 2
A lo largo de toda la baja Edad Media la reestructuración de los términos de Andújar, Jaén y arjona, y los intentos de algunos nobles por hacerse con parte de las tierras para construirse señoríos, serán constantes; aunque Andújar lucharía enérgicamente, en ocasiones enfrentándose a los reyes, para preservar la integridad de sus términos. Paralelamente, el alejamiento de las luchas fronterizas, permitió el desarrolo de las poblaciones del Guadalquivir, y así, a comienzos del siglo XIV, La Figuera tiene entidad suficiente para constituir una parroquia dentro del arciprestazgo de Andújar.
El proceso por el cual La Figuera pasó a se aldea de Arjona dentro del señorío de la orden de Calatrava presenta aún algunas incógnitas. Por un lado, todo el término de Arjona pasa en 1434 a manos de la orden de Calatrava, y la orden de Calatrava forma el partido de Arjona incluyendo La Figuera, que pasa a denominarse Higuera de Arjona. no obstante, hablando de organización eclesiástica, seguía perteneciendo Andújar, como se recoge en el sínodo de 1511, lo que habla de importantes complicaciones jurisdiccionales.
En el término se han localizado otros asentamientos islámicos, que debieron prosperar en las fértiles tierras de esta región. Un ejemplo de ellos es CERRO CORBÚN, muy próximo a la intersección de los arroyos Saladillo y Salado de los Villares, sobre la última terraza del primero, controlando una amplia vega, del camino Jaén-Andújar y del puente romano, situado en el vado del saladillo. En la actualidad, la rotulación de parte del cerro y la construcción de una cortijada han destruido el asentamiento
c. Edad Moderna y Contemporánea 1
Según refieren las crónicas en el día 20 de febrero de 1292 en la ciudad de Toledo se otorgó un privilegio real por el cual se confería la aldea de Higuera a la ciudad de Andújar, concesión que permaneció prácticamente inalterada a lo largo de la mayor parte de la Edad Moderna. Hasta el siglo XVII la jurisdición de Higuera recayó en la citada ciudad de Andujar. A partir de entonces, y luego durante toda la contemporaniedad; Higuera consiguió una vez eximida aquella dependencia jurídico-administrativa, ser catalogada como villa con jurisdición independiente.
Lahiguera en los albores de la contemporaneidad es una pequeña población de unas 170 casas "sin guardar simetría en su colaboración, y la de ayuntamiento con local para cárcel; la iglesia parroquial (Santa María de la Consolación) se encuentra fuera de la villa en la parte más elevada del cerro, al lado oriental de esta; la sirve un cura parroco con el titulo de Prior, cuya vacante se provee por oposición en concurso general; el cementerio próximo a la iglesia en nada perjudica a la salubridad del vecindario, y existe además inmediato a la población un pozo de buen agua que aprovechan los vecinos para beber y demás usos domésticos.
Fisonomía del casco urbano en el que vivían unas 685 personas (170 vecinos) que no constituía sino el reflejo de lo que era una sociedad rural marcada por las tradiciones, por el apego a la agricultura y a una tierra que se sabía de buena calidad y que se dedicaba en su inmensa mayoría al cultivo de cereales, aún cuando también en algunas partes se comenzaba a cultivar predominantemente el olivar. No en vano, según nos informa Pascual Madoz, las producciones de trigo y cebada constituían la de mayor abundancia en Lahiguera de la primera mitad del siglo XIX, Seguidas a distancia del cultivo de productos como la escaña, los garbanzos, las habas, los yeros, los alberjones o el aceite. En este sentido también, las 4.088 hectáreas destinadas al cultivo cerealícola recogidas en las fuentes fiscales para 1879 ilustran claramente de dicho predominio cerealícola durante buena parte del siglo XIX. c. Edad Moderna y Contemporánea 2
c. Edad Moderna y Contemporánea 3'
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