Ibros del Señorio e Ibros del Rey
Hubo la existencia en el pueblo de dos jurisdicciones entremezcladas, Ibros del señorío e Ibros del rey, hasta que 1734 fue este municipio unificado a una sola jurisdicción.
Esta doble jurisdicción provocó más de cuatrocientos años de conflictos entre autoridades y vecinos de cada lado.
Solamente estaban unificadas las funciones religiosas de la parroquia de San Pedro y San Pablo que atendía espiritualmente a vecinos ambos concejos pero con divisiones ya que, los del realengo se situaban en el lado del evangelio y los del señorío en el lado epístola.
En la iglesia de Ibros hay dos puertas, la puerta principal era por donde entraban los de Ibros del rey y la puerta que se sitúa sobre la calle gradas es por donde entraban los del señorío. El pueblo se dividía en dos partes, la parte del señorío son las callejas típicas (callejón de los peñones), pequeñas y estrechas, y en el resto de la población del realengo, las calles son anchas y largas.
El callejero es irregular y estrecho en el que con frecuencia hay calles que no tienen salida y adarves (pasillo estrecho situado sobre una muralla). Son auténticos laberintos, muchas de estas calles formando barrios. Existen barrios de carpinteros, teñidores, orfebres, zapateros, etc., y en el lugar del mercado, el zoco. Se situaba un barrio con las mismas características que los demás; calles estrechas y tortuosas, incluso cubiertas.
La ciudad medieval estaba amurallada y por lo tanto tiene puertas en las que se pagan impuestos por el paso de las mercancías. El caserío es pobre, tiene vanos abiertos al exterior y la calle es un lugar de convivencia, por lo que se tiende a que existan lugares públicos: pequeñas plazas, iglesias y plazas porticadas.
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