Monumentos de La Guardia de Jaén

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La Guardia de Jaén, gracias a su herencia histórica y cultural, cuenta con diversos lugares y monumentos de gran interés cultural, integrados dentro del patrimonio histórico andaluz, que pertenecen a épocas tan distintas como culturas poblaron estas tierras; y que abarcan desde los primeros asentamientos humanos, pasando por los época íbera, romana, árabe, visigoda, edad media y Renacimiento, hasta la época actual.

Cabe destacar, que estos espacios culturales, además de ser puntos culturales abiertos al público y de acceso gratuito, pueden ser visitados mendiante Jornadas de Puertas Abiertas, en las que los viajeros/as y turistas realizan visitas guiadas dirigidas al público en general, a algunos de los diferentes bienes culturales con los que cuenta la localidad.
Véase también ¿Cómo realizar una visita guiada por el municipio?

Monumentos más destacados

El Renacimiento en La Guardia

Lo que conocemos a nivel artístico como Renacimiento viene a coincidir cronológicamente, con poca variación de años, con el siglo XVI. Un periodo importante dentro de la Historia de La Guardia y marcado por un Marquesado, coincidente con los reinados de los Reyes Católicos, Carlos V y Felipe II.

El siglo XVI, coincide en la provincia de Jaén, con un periodo de estabilidad económica y de desarrollo cultural que tiene como máximo exponente el carácter urbano de sus principales ciudades. Esta prosperidad económica, debido al aumento de la población, la extensión del cultivo de cereal, la ganadería y la actividad artesanal tuvo una alta correspondencia en el terreno artístico, favorecida por la actividad constructora del alto clero, la pequeña nobleza y los poderes públicos.

Tal es el caso de La Guardia, destacada porque su nobleza, los Messia y Fonseca, señores de La Guardia, que construyeron almacenes de gráno o pósitos, cabildo, palacios, fuentes y edificios religiosos manifestando con ellos su poder económico y político, siendo además los protectores de algunas obras, y que introdujeron el Renacimiento; junto con la intervención de grandes arquitectos, maestros canteros y artistas en la implantación progresiva de las ideas estéticas del Renacimiento, de manos de personajes tan ilustres como el famoso arquitecto renacentista Andrés de Vandelvira (Jaén 1521-1586), o Francisco del Castillo El Mozo (Jaén 1521-1586).

Todo ello, desembocó en la renovación de las villas y ciudades medievales de la provincia y de su arquitectura, consolidando una nueva imagen renacentista de alta calidad y gran amplitud, que sitúan a Jaén en primera fila del Renacimiento Andaluz.
Entre los principales monumentos renacentistas que perduran en La Guardia, podemos nombrar:

Iglesia Parroquial de la Asunción

Antiguo Convento de Santa María Magdalena de la Cruz

El Convento dominico de Santa María Magdalena de la Cruz se creó bajo el patronazgo de Don Rodrigo Messia y Carrillo y doña Mayor de Fonseca, señores de La Guardia, y se llevó a cabo por el fraile fray Domingo de Valtanás en 1530, aunque las obras no comenzaron hasta 1542. Intervinieron en su construcción el cantero Domingo de Tolosa, Francisco del Castillo el Viejo y Andrés de Vandelvira.

El templo presenta planta de cruz latina de una sola nave, con crucero y capillas laterales, que´do inacabado en la par de los pies y fachada oeste. En el interior destacan las capilla mayor y el crucero, trazados por Andrés de Vandelvira. La capilla mayor, en alto, se cubre con una bóveda de cuarto de esfera con cuarenta y cuatro casetones en los que se desarrolla un amplio programa iconográfico.

El crucero se cubre con bóveda baída nervada sostenida por cuatro grandes pilares con columnas corintias adosadas. En el centro la bóveda se interrumpe con una corona de casetones decorada con relieves de la vida de Cristo y rematada con una elegante lintera. Los brazos del crucero están cubiertos por sendas bóvedas de cañón con casetones y la nave con bóveda rebajada con casetones sobre pechinas. A los pies se encuentra el coro.

La sacrístía es un amplio espacio cubierto con alfarje. El resto de las dependencias conventuales han desaparecido pues tras la Desamortización, se convirtió en fábrica de aceite y vivienda privada. Solo se conserva una parte de la galería de arcos dem edio punto moldurados sobre finas columnas de orden jónico. Las obras del claustro y capillas laterales del tramo de los pies se le encomendaron a Francisco del Castillo El Mozo en 1574.

La fachada quedó incababada. Vandelvira introdujo mejoras al diseño original: la capilla mayor y bóveda del crucero con una amplia y bella linterna. Vandelvira deja en estas trazas su maestría en el arte de la estereotomía actualizando el diseño en clave renacentista, dotando a la construcción de efecto escenográfico para mostrar la iconografía dominica, expuesta en los casetones del a bóveda del presbiterio y la heráldica de los fundadores en las trompas.

Pilar-Fuente de los Cinco Caños

En lo que fue la plaza principal de la villa, hoy llamada Plaza de Isabel II, sobre la que circula un manantial, se levantó esta fuente monumental conocida con el nombre de Pilar-Fuente de los Cinco Caños construida en sillería y traza apaisada y que se corresponde con un género arquitectónico en desuso y en vías de desaparición, pero que posee un gran valor monumental, levantada durante la Edad Moderna en el siglo XVI. El lienzo se articula en dos cuerpos:

El primero, tiene cinco caños de bronce salientes, con hornacinas aveneradas, y una cartela central con la inscripción Esta obra mandó hacer el Ilmo. Sr. El marqués D. Gonzalo Mexia Carrillo, mi señor. Año 1566 acompañada de un entablamento con columnas jónicas a cada lateral.
El segundo, presenta un escudo ovalado sostenido por perros, con frontón y remate de leones con la cruz de Santiago.

Esta fuente era considerada como bien común y público cuya utilización consistió en el abastecimiento humano y animal de los habitantes.

La Guardia, como en el resto de localidades cercanas, dependiendo de la calidad del agua, el destino directo de un manantial sería fuente o lavadero público, ya que uno y otro solían surtirse de nacimientos distintos, debido a las ordenanzas que prohibían de forma rigurosa, utilizar el agua de las fuentes públicas para el lavado de la ropa

Castillo de La Guardia

El castillo de La Guardia fue muy importante en época romana y visigoda dada su localización estratégica en la zona, entre otras cosas, que le hizo mantener dicha importancia hasta incluso alcanzada el Alta Edad Media.

Parece ser que se le llamó Hisn al-Qal’a ‘castillo alcala’a, concedido al jeque Maymun y que fue uno de los que conquistó Tarik personalmente.[1]

Su forma es de triángulo irregular, configuración adaptada a la de la meseta de un cerrillo que lo sustenta y que muy probablemente suplantase el solar de un oppidum ibérico antiguo.

Lavadero Público II República

El Lavadero Público de la Segunda República es un lugar entrañable y destacado de La Guardia.

Restaurado recientemente, se puede visitar y disfrutar del ambiente, aún impreso en él, del quehacer diario de las personas que lo llenaban en sus tareas cotidianas de higiene. En él se pueden observar los utensilios típicos de la época que los propios vecinos y vecinas han donado para su exposición.

En la 1ª planta se encuentra también la Sala de Exposiciones “Fuente Lavadero” cuyo nombre hace honor a dicho lugar.[2]

Referencias

  1. Castillos de Jaén
  2. Web oficial del Excmo. Ayto. de La Guardia de Jaén#Monumentos de Interés

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