Relatos de chimenea: " Joselito "

De Jaenpedia
Saltar a: navegación, buscar

Relatos de chimenea: " Joselito "

Cristóbal Moral Revueltas.

Corrían los años 40 y en los cortijos de la sierra de Valdepeñas eran numerosos los transeúntes que andaban por estos, en busca de trabajo, pues la escasez de la postguerra estaba a la orden del día :algunos de estos hombres se ofrecían a prestar sus servicios, a cambio de comida y cama y poco más. Unos, como cabreros o pastores, gañanes de vacas o en las tareas del agosto, pues eran numerosas las roturas que se extendían por todas las fincas, prácticamente donde había bancal, de tierra desmontada de encinas,enebros o maleza. Este lugar era apropiado para sembrarlo.Pues bien, debido a las circunstancias, era normal ver circular por las veredas y caminos de nuestras sierras a personajes como el barbero, el maestro de escuela, o al recovero, comprando los huevos, las gallinas y pavos, o el queso de las cabras, a cambio muchas veces de telas, hilos, especias y algo de chocolates, que ponían prueba la dentadura y barrigas de los rústicos mozos. Era frecuente que pasara el estañador de vez en cuando a reparar las ollas, sartenes y pucheros, que, debido al calor de la lumbre de la leña, el multiuso a que se sometían, juma a que la vajilla era muy escasa, necesitaban de las reparaciones del técnico en el estaño y hojalatas, personaje del que trataremos.

Joselito era un calé de unos treinta y cinco años de edad, curtido y graduado en la escuela, del trato con la gente de la calle y sus trapicheos; de complexión delgada, más derecho que una vela, con pañuelo al cuello, gorra de visera, bigote recortado y patillas estiradas como buen calé. Gran aficionado a la caza de perdices por la noche con la luz y el meriñaque y nada amigo de las armas de fuego, y menos desde aquel día en que, a fuerza de insistirle, se sintió obligado a soldar con su estaño a aquella escopeta de perrillos el punto de mira, cuidándose su dueño para bromear con Joselito, de dejar dentro del arma un cartucho al que le había extraído los perdigón, soldaba el punto de mira, con sus temblorosas manos, pues la situación y el miedo no era para menos. El mozo le sujetaba la escopeta confiado,pero Joselito no paraba de advertidle: ¡Cuidado mi niño, que las carga el demonio! Hasta que ¡pomm! y a bocajarro, cabriola del gitano y el susto de muerte, hasta que pudo comprobar que su pellejo estaba ileso .

Como la pensión estaba incluida por los servicios de nuestro técnico, era normal que llegase por la tarde, pernoctara en el cortijo y, con el estómago bien recuperado a otro día después del matutino almuerzo, reparar sus ollas y peroles. Dormitaba Joselito aquella noche en los pesebres de las vacas, bien mullidos de paja, pues era normal dormir en estos yen los atrojes del grano, no sin antes haberle preguntado Joselito a los gañanes de las vacas dónde estaban estas. ¡Tranquilo, Joselito que las vacas esta noche duermen en el prado! Confiado, aunque el pavor que le tenía a las vacas con la copiosa cena en la barriga lerelajó y caía ya en los brazos de Morfeo. (Dios del sueño en la mitología Grecoromana) cuando, ¡Leche! Parecen campanillas ¡Date! Que son, ciertas las notas del collar de esquilones; las conocía bien y estas entraban por la puerta de la cuadra a los pesebres. No esperó a ver la silueta del bicho, que ya resoplaba, cerca.¡ Ay Dios mío! Patadas a la puerta, ¡ abrid, niños míos,! ¡la vaca¡ ¡que me trompa!

Saltos y carreras por la oscura cuadra. Ya oculto, en el ultimo rincón, el animal le bufaba en la cara, más que nada por el empuje de los mocetes en la culata, a la que sometían a la burra del abuelo. Carcajadas de estos cuando uno abre la puerta y pueden ver a Joselito sudoroso con la mirada perdida, a la luz de un candil, en tanto la racha con el collar de campanillas al pescuezo no ofrecía por su nobleza resistencia al baile a que la habían sometido los muchachos. A ver, Joselito, el susto que te hemos dado. ¡Niños míos! esto no son bromas.

Necesitó Joselito los servicios del cántaro, el jabón y el barreño.


http://www.lugia.es/lugia/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=71

http://www.lugia.es/lugia/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=24 PÁGINA: 63

Artículo de Lugia

Principales editores del artículo

Valora este artículo

0.0/5 (0 votos)