Santo Domingo de Silos
Aunque no se conoce la fecha exacta en que se proclamó a Santo Domingo de Silos patrón de La Iruela, si bien se puede intuirse el motivo.
Esta Villa fue durante toda su historia un baluarte en la frontera, protagonista de constantes incursiones de diferentes pueblos. Entre ellos, se sabe que los sarracenos con frecuencia entraba en sus limites y tras la matanza, se llevaban presos a hombres, mujeres y niños. Ante esta situación de miedo e inseguridad, quisieron sus habitantes ponerse bajo su protección, ya que era conocido su valimiento a favor de los cristianos prisioneros de los musulmanes.
El pueblo le dedicó su primera iglesia, la Parroquia Mayor, dentro del recinto amurallado, que debió ser un lugar de refugio ante los ataques enemigos.
Tanta fe y devoción fue reconocida por Roma, que asintió a la petición de los vecinos de La Iruela y en el año 1653 envió a la villa una reliquia del Santo (parte de su casulla).
La reliquia fue quemada por los franceses en 1810, una invasión cruenta y devastadora que diezmó a la población. Como premio a su valentía y resistencia ante el gobierno intruso de Napoleón, la comunidad benedictina de Silos volvió a honrar a La Iruela con tres nuevas reliquias, parte de la misma casulla. Una de ellas se conservó en relicario de plata hasta el año 1936 en que desapareció. Las otras dos lo había hecho, probablemente, ante de esa fecha.
Localización
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