Semana Santa en Benatae

Historia

Domingo de Ramos: Había costumbre de que la Iglesia de Benatae trajera las palmas para la gente más adinerada , para el personal del Ayuntamiento y para el propio clero. Las personas menos pudientes, traía sus propios ramos de oliva y todos juntos se dirigían a la plaza del pueblo para la bendición de ambos. Seguidamente se iba a la Iglesia para celebrar la Santa Misa.

Miércoles Santo: Lo primero que se hacía era vestir el Monumento. El vía crucis se realizaba en la iglesia.

Jueves Santo: Cuando se terminaba de hacer los Santos Oficios, se tapaba el altar y todas las imágenes que en él hubiera, a modo de telón, con una sábana blanca y unos apliques de tela negra con forma de brevas. El día de San José, era costumbre echar en unas fuentes con diversas legumbres: garbanzos, trigo, cebada, yeros, etc., que para Jueves Santo ya estaban crecidos, y con ellos y con las flores que se dispusieran para la época, se adornaba el Monumento. Éste día comenzaba el ayuno, que también duraba el día siguiente. Solamente se hacía la comida del mediodía, y también podía consumirse algo de leche o manzanilla al acostarse. Se podía hacer la vigilia voluntariamente hasta el Sábado. Por aquella época existía “la gula”, lo cual consistía en que la Iglesia proporcionaba unos recibos, para aquél que quisiera o pudiera comer carne pagaba la mencionada gula, y ya podía comerla.

Viernes Santo: Se sacaba en andas al Señor y la Virgen y se hacía el encuentro en la calle principal del pueblo. También había unas lecturas en la Iglesia para quién quisiera comulgar o solamente orar. A las nueve de la noche se realizaba el Santo Entierro. Su recorrido era C/ La Torre, seguía por la carretera y se subía hacia las eras. Entonces pasaba por la era Grande y seguía por vías pecuarias. Continuaba su camino por la era del Calvario para el barrio de Las Cuevas. Allí era costumbre parar para escuchar a la gente cantar. Cruzaba La Rambla y se iba por el molino de arriba, por la c/ Dolores Martínez para acabar detrás de la Sacristía, en un callejón muy estrecho y ya la entrada a la Iglesia. También era costumbre, a la hora de la procesión de la Soledad (doce de la noche), que las personas mayores se quedaran dentro de la Iglesia en la llamada Hora Santa, para acompañar al Señor, y los más jóvenes salieran acompañando a la Virgen. Una vez acabada la procesión, la Hora Santa continuaba, y todo aquél que quisiera se quedaba en la Iglesia acompañando al Señor durante toda la noche, haciéndose las llamadas “citas”, unos papeles donde se especificaba el reparto de horas a cada cual. Las personas con más poder adquisitivo, mandaba confeccionar los capuchones y las túnicas para sus sobrinos may

Sábado Santo: Vigilía Pascual. Consistía en la lectura de los diferentes hechos vividos por Jesucristo ese mismo día.

Domingo de Resurrección: Santa Misa a las 11 de la mañana seguido de la procesión del Cristo Resucitado y de la Virgen de los Dolores. Salían por separado y se hacía el encuentro de los dos en la plaza del pueblo, recibiéndolos con gran alegría. La persona que lo tenía ofrecido les echaba unos caramelos a ambos

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