Vocabulario popular de Santa Elena
Guíscano: se utiliza para llamar a los níscalos, setas muy abundantes en la zona.
Escajeringao: Destrozado, hecho trizas, roto.
Basar: Soporte de ladrillo sobre la chimenea para depositar vasos.
Brenca: Lateral de puertas y ventanas.
Lobao: Persona harta de comer.
Espernible: Persona sin fuste.
Jofaina: Palangana para lavarse.
Viergo: Utensilio de madera que se utilizaba para aventar las mieses en las eras.
Escusao: Retrete, letrina.
Pipirigallo: Seta grande vemenosa.
Humero: Chimenea humeante.
Manferlan: Prenda de vestir utilizada para protegerse del polvo en los viajes.
Desahumerio: Recipiente de cobre donde se depositan brasas con hierbas olorosas para ambientar la habitación del enfermo.
Capisayo: Ropa de abrigo que se utilizaba hasta el cuarenta de mayo.
Estrebedes: Soporte metálico para poner la sarten u ollas en la lumbre. Moza: soporte de las estrébedes para que descansara el mango de la sartén.
Murillo: Pieza metálca de forma de herradura o media luna para sujetar el puchero en la lumbre. Cuchimanes: manera de expresarse haciendo gestos con las manos.
Aminalao: decaído, atontado, de movimientos torpes. Jalancia: comida.
Engañifa: La parte buena de la comida (en un cocido, el chorizo, la carne, en un bocadillo, lo que hay entre el pan).
Mamotreto: Algo aparatoso, voluminoso, grande y destartalado.
Chiribitas: Alucinaciones, disparates dentro de la cabeza de una persona. Alcancía: hucha para guardar monedas.
Zamarro: palabra de significado despectivo hacia una persona.
Cucha-. interjección de sorpresa que denota algo llamativo e inesperado.
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