Asalto en el Paso de Santa Lucía
Nos encontramos a principios del siglo XIX, cuando las tropas de Napoleon Bonaparte llegando a Despeñaperros, una vez invadida la Peninsula. Por aquel entonces se cubría de gloria de sus proezas el bandolero Francisco Ríos Pernales y su acompañante, Antonio Jiménez Rodríguez el Niño de Arahal. [1]
Enterose que había un cargamento en reales[2] para pagar los soldados de dicho invasor en un lugar próximo al campamento.
Siguió el camino que tenía que pasar, por el paso de Santa Lucía de Campillo de Arenas, Puerto obligado por aquellos parajes.
Consiguió entre él y su compañero 50 trabucos con su correspondiente munición y los dispuso en lugares estratégicos, dispuestos de tal manera que se veían desde dicho paso.
Al llegar dicho cargamento con su Comitiva en el estrecho o Paso, disparó 10 o 15 disparos hacia la escolta con lo que la Comitiva se paró.
- ¡Alto! -dijo el bandolero- Soltad las arcas de inmediato.
Su acompañante disparó otros tantos tiros o cartuchos al decir aquello. Los soldados de la comitiva vieron los trabucos o fusiles de aquel entonces, relucir desde lo alto. Estáis rodeados, si soltáis las arcas seréis libres de lo contrario,moriréis acribillados.
Los que custodiaban las arcas optaron por abandonarlas al ver la situación que se encontraban así del cerco.
De este modo Pernales y su acompañante el Niño de Arahal pudieron ver realizada una nueva hazaña más en su haber.
Notas
- ↑ Francisco Ríos Pernales nació en Estepa (provincia de Sevilla) el 23 de julio de 1879. Las fechas deben estar equivocadas, o la tradición popular ha deformado la historia [1]
- ↑ moneda que circulaba en aquel tiempo
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