Calle Carnicería (Pegalajar)

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La calle Carnicería, de Pegalajar, está delimitada por la muralla Sur del castillo y los bancales de huerta que desciende hacia el barranco Villajos.

Es de corta extensión y la mayor parte de su trayecto presenta un notable desnivel, iniciándose en su parte más alta la calle Arco de La Villa.

Forma parte del eje principal que atraviesa la población de oeste a este, sirviendo de enlace entre las calles Real y Nogueras.

A través de ella y el resto de las calles, que constituyen el eje principal de la red urbana.

La calle Carnicería en su parte más elevada, que en algún plano de hace algunas décadas aparece como "Plazuela de la Carnicería", pudo formar parte del arrabal medieval. El resto de la calle debió tener nacimiento en una época muy temprana del siglo XVI. Su inmediatez al castillo y al arrabal contribuyó a ello. Algunas de estas nuevas construcciones se adosaron a la muralla, dejando una estrecha clzada en su parte baja. En la decada de los sesenta de nuestro siglo, con el fin de facilitar el tráfico rodado, se derribaron o retranquearon todas las casas adosadas a la muralla.


Denominación

La denominación le viene por hallarse en dicha calle la casa carnicería,propiedad del concejo situada en la casa que hace esquina con la calle Bahondillo, frente al Pósito, la cual existía aún en 1752, que tenía «un portal y dos cuartos con seis varas de frente y seis de fondo». Por razones higiénico-sanitarias las carnicerías solían construirse fuera de los limites de la muralla y generalmente unidas a ella. Junto al edificio de la carnicería se encontraba el Callejón de los Cuernos, hoy parte de la calle Bahondillo, lugar donde se arrojaban los desperdicios de las reses sacrificadas.


Edificios destacados

El edificio del Pósito construido en el siglo XVI, en su parte en su parte posterior se apoya en la muralla del castillo, cerca de la puerta de entrada de éste. El Posito de Pegalajar era una institución de carácter municipal cuyo fin era acopiar granos, principalmente trigo, y prestarlo con bajos intereses a los labradores y vecinos durante las épocas de menos abundancia. Sus fondos era utilizados en las épocas de hambruna para satisfacer las necesidades alimenticias de la población. A partir de mediados de siglo XIX, el Pósito se especializa casi exclusivamente en financiar con prestamos en metálico y con un interés mínimo la producción agrícola, base de la economía de Pegalajar.


Sobre la antigüedad de las "paneras"del Pósito, en 1863 el Ayuntamiento dice que son «tan antiguas como la creación del pueblo» —uno de los documentos más antiguos que se conservan en el Archivo Municipal es un libro de cuentas del Pósito de 1607 a 1637—.

Este edificio ha desempeñado otras funciones, sirviendo de casa consistorial cuando se realizaban obras en el Ayuntamiento o como colegio electoral del barrio de Santa María. A comienzos de la década de los años sesenta del presente siglo, el Pósito se reformó para habilitar dos viviendas de maestros. En la actualidad, en una de ellas esta ubicada la sede de la Asociación de Mujeres Oriental, continuando siendo su propiedad municipal.

En la plazoleta existente junto al Pósito se instalaba el mercado de abastos, hasta la construcción de la Plaza de Abastos actual.

Casas Consistoriales

En esta calle también estuvieron ubicadas las Casas Consistoriales a mediados del siglo XVIII, antes de su definitiva ubicación en la plaza de la Constitución.

Por la descripción que tenemos, el edificio correspondía al que se encuentra al que se encuentra en lo alto de la calle, haciendo esquina y presentando un pequeño patín, con el que se encuentra la plazoleta. La casa tenía «un portal y una sala, con diez varas de frente y cuatro de fondo».


Mercado de abastos

Otro edificio a destacar, ya en el otro extremo parte baja de la calle, es el Mercado o plaza de abastos, que fue unas de las preocupaciones del ayuntamiento desde principios del siglo XX. Para este fin en 1928 fue adquirido un huerto para la construcción de un edificio de dos plantas, la segunda y principal, de 27 por 24 metros, quedaba a nivel de la calle carnicería y la planta baja, de 15 por 24 metros, tenia el acceso por el callejón lateral llamado del matadero. La inferior esta iluminada con cinco huecos en la parte trasera y tres en la fachada del callejón por donde tiene su acceso. Las obras salieron a subasta en 1929 y la plaza quedo terminada en 1930.


Las viviendas

La proximidad de la calle a las huertas ha sido el motivo de que algunas de las casas situadas en su lado Sur tengan bancales en sus mismos patios, consiguiendo una perfecta integración entre el núcleo urbano y el campo. Normalmente, estos edificios con huerto a pertenecido a familias de clase media local. Aun se puede encontrar en la fachada de algunas de ellas pequeñas hornacinas, nichos protegidos por un cristal que albergan una imagen religiosa. Es una tradición que viene de tiempo atrás, especie de figura protectora del hogar y símbolo de distinción social.


En su margen derecho existen dos pequeños callejones que llevan a otras casas a acercarse aun mas a las huertas. En el callejón situado junto a la Plaza de Abastos, que lleva a la acequia del Peral y a través de un sendero a las huertas circundantes enlazando con el camino del Puente de la Aceña, se encuentra se encuentra el edificio del Matadero, edificio construido de nueva planta en 1845.

Evidentemente su construcción, en este callejón de la calle Carnícería, estuvo relacionada con el papel de plaza de abastos que tenía dicha calle y la existencia de las carnicerías en ella. Aun hoy día el matadero ejerce esta función y forma parte del acervo de bienes municipales.


Peña Flamenca de Pegalajar

Es de resaltar también la presencia en este callejón durante algunos años de la sede de la Peña Famenca de Pegalajar, hasta que fue trasladada a la calle Calvario número 4. Fundada por 25 socios, desde finales de la década de 1960 vienen realizando toda una serie de actividades en pro del flamenco que han hecho a Pegalajar uno de lugares pioneros en la defensa y promoción de dicho cante. Pronto ampliaron sus actividades a la celebración de concursos celebrados en la Plaza de Toros —el de 1969 fue ganado por el pegalajeño Paco Quesada Braceros—. El éxito de las actividades de la Peña hicieron posible que a partir de 1971 se organice un Festival Flamenco en el recinto de la Charca, el cual viene realizándose ininterrumpidamente cada año, convirtiéndose en uno de los más importantes de España, por el que han pasado las mas grandes figuras del cante y del baile flamenco.



Localización

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Referencia

Este artículo incorpora contenido del libro Calles de Pegalajar, de Juan Antonio López Cordero y Juan Cuevas Mata, publicado por el Ayuntamiento de Pegalajar, 2003

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