Casa de las Ferminas (Torreblascopedro)
Contenido
Introducción
Toda persona, comunidad, pueblo o nación posee una historia propia, personal e intransferible; una serie de acontecimientos o sucesos que marcan su personalidad, su importancia, su interés o su paso a lo largo del tiempo y que definen sus costumbres, sus tradiciones, sus intenciones o sus determinados actos dentro de un periodo histórico.
Torreblascopedro, al igual que otros pueblos de la provincia de Jaén; posee de igual modo una historia propia que desgraciadamente no ha llegado hasta nuestros días en forma de crónica oficial.
Sin embargo, son numerosos los indicios y vestigios que pueblan sus inmediaciones de manera física; así como los que han sobrevivido gracias a la tradición oral de sus habitantes. Indagando en ellos e investigándolos obtenemos esa historia desaparecida que pervive al paso del tiempo disfrazada de olvido.
Inicio. La Casa Señorial de 1714
El símbolo histórico por excelencia de Torreblascopedro es; sin duda alguna, la Casa Señorial ubicada en la Calle Constitución, denominada localmente "Casa de las Ferminas"; apelativo referente a la familia que la habita y de la cual es propietaria.
Nos encontramos ante una casa señorial andaluza de tres plantas y de grandes dimensiones, escasamente decorada y similar a las existentes en otros pueblos de la provincia de Jaén con más arraigo histórico. Dentro del conjunto, el elemento más destacable es la fecha de 1714 que aparece grabada sobre el dintel de una de las ventanas. Se establece en el ámbito local como la fecha más antigua constatada del origen de Torreblascopedro.
Independientemente; lo llamativo del edificio y lo que lo hace atractivo en el aspecto histórico es la portada adosada al conjunto. Esta portada, compuesta por un arco de medio punto en piedra sobre pilares es de origen desconocido. Añadidos a ésta, existen dos blasones o escudos señoriales; tallados igualmente en piedra. Otro detalle curioso es la talla o marca de cantería que encontramos en la clave del arco. Una cruz sobre un montículo de piedras.
Nada se sabe con seguridad acerca de esta portada, ni de su origen ni de su pertenencia. No se ha encontrado ningún documento escrito a día de hoy que haga referencia alguna a dicho conjunto.
En cambio, sí que se nos presentan ciertos interrogantes que unidos a la tradición oral de los locales nos aporta matices históricos para profundizar en el conocimiento de la historia desconocida de Torreblascopedro.
Escudos y marcas de cantería
Los escudos que encontramos sobre el arco de medio punto corresponden a los apellidos Castro o Dávila; y al apellido Torres. Ambos apellidos pueden arrojar ciertos matices históricos sobre la localidad, sobre sus orígenes y fundadores. Un detalle importante a destacar es que ambos blasones heráldicos pseen en su contorno el Aspa de San Andrés. Este detalle no sindidca que probablemente ésta villa fuese entregada como premio o recompensa a algún caballero que luchase junto a Fernando III en la Conquista de Baeza, ya que fue en el día de San Andrés cuando se llevó a cabo.
Es obvio que el propio nombre de Torreblascopedro; que sería el equivalente a la Torre de Blasco Pedro, ya nos indica un vínculo quizás con el apellido Torres. Incluso el propio escudo de la localidad posee un torreón del cual aparece por uno de sus ventanales un brazo armado que empuña una espada de modo victorioso.
Blasón del apellido Torres
Blasón del apellido Castro
Escudo o Blasón del Apellido Torres
Y no podemos olvidarnos de la extraña marca de cantería que se halla en la clave del arco del conjunto. Ésta marca simboliza un crucifijo sobre un montículo de piedras. Su mensaje es principalmente religioso, así como el significado que nos presenta y que otorga al enclave.
En el Archivo de la Catedral de Jaén, en los folios XX-XXI del Sínodo de 1511 nos encontramos una lista con las ermitas, arciprestazgos y parroquias de la diócesis de Baeza-Jaén apareciendo una referencia a la parroquia de Torreblascopedro y al santo de su advocación: San Marcos.
El actual patrón de la Localidad es San José Obrero. Por tanto, queda desaparecido el rastro de San Marcos. Sin embargo, la tradición oral de la localidad nos vuelve a marcar un indicio que seguir.
Cercano a la casa señorial de “Las Ferminas” con fecha en su fachada de 1714 existe un camino llamado “camino de San Marcos” y que si lo seguimos se acerca tanto por delante como por la parte posterior de ésta casa.
A esto no podemos olvidar añadir el hecho de que la tradición confirma, (incluso se afirma que existen ruinas); que adosada a ésta casa señorial existía un torreón el cual se identifica con el que aparece en el escudo de Torreblascopedro.
Podemos dar quizás por sentado que dicho arco corresponde a la entrada de una ermita que ya ha desaparecido y que nos da una fecha anterior a la conocida y establecida, siendo ésta la de 1511; otorgando a Torreblascopedro una antigüedad histórica mucho mayor y presentándonos un enclave que aunque haya desaparecido en parte; sigue en pie guiñándonos un ojo para analizarlo y llegar a descubrir los secretos que esconde la historia local.
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