Cuadro del Santo Cristo del Perdón de Hinojares
Cuadro del Santo Cristo del Perdón
En la Iglesia de San Marcos Evangelista de Hinojares, hay un hermoso cuadro del que no se sabe con certeza la antigüedad ni el artista que lo pintó, se supone que data de mediados del siglo XVII, con aires tenebristas y distribución piramidal. El centro del cuadro está en alto, al igual que su personaje principal "Cristo crucificado" y a sus pies en la parte izquierda, están la Virgen María, Mª Magdalena y la prima de ésta última, en la parte derecha aparece el sepulcro. El cuadro tiene una curiosa simetría, el centro del mismo es el ojo de Mª Magdalena, que está alineado con el ojo derecho del crucificado. Si tomamos una cinta métrica y medimos, hay la misma distancia hacia un lado y otro. Sobre la figura de Magdalena, se centra la luminosidad del cuadro. Como todos sabemos durante la Guerra Civil, se destrozaron y quemaron muchas obras de arte, algunas fue imposible salvarlas, reconstruirlas o protegerlas. La iglesia de Hinojares no se libró del espolio y la destrucción, la virgen Dolorosa fué arrojada a la calle y destrozada, pero un médico llamado Félix Corral Francés, de Puerto Marin provincia de Lugo, recogió todos los pedazos y la reconstruó. Estos hechos sucedieron en julio de 1936. Otro vecino de Hinojares, temientdo que le ocurriera lo mismo al cuadro, entró durante la noche en la iglesia por un vnetanuco de diminutas dimensiones, desenmarcó el cuadro y enrolló el lienzo salvándolo de la quema. Este valiente llamado Eugenio Segura Gámez, llevándolo a la casa de José María Sánchez Palacio. Entre los dos introdujeron el lienzo enrollado en una chimenea de la casa, tomando la precaución de sellar la misma par aque no sufriera daños el cuadro y allí permaneció escondido casi toda la guerra y finalizándo ésta fuen cuando por miedo José María el propietario de la chimenea dónde se escondía el cuadro, lo recuperó de su escondite y lo entregó a Anselmo Sala Sánchez, quien lo custodió hasta que la guerra finalizó y no hubo peligro de destrucción del mismo. Entonces fue cuando se volvió a exponer dentro de la iglesia de la que fue sustraido años antes, en el altar mayor en su antíguo lugar. A don Anselmo Sala Sánchez una vecina de Hinojares residente en Barcelona, dedicó un hermoso poema en agradecimiento la valentía al proteger el cuadro en la última y más dura etapa de la Guerra Civil.
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