Folclore de Benatae

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Coplas de Benatae

Su literatura popular tiene que ver con las realidades más inmediatas que hacen posible el desarrollo cotidiano de sus habitantes, destacando sobre todo en los aspectos gastronómicos y festivos.

En el primero de dichos apartados, forma parte el folclore relacionado con los grandes acontecimientos cíclicos, comunes de la Sierra de Segura, tal es el caso de la matanza, que a veces daba para la alimentación de todo el año y era cantada en coplas expresivas:

"Vente conmigo, serrana

que comerás chicharrones,

que he matado una marrana

que pesa tres cuarterones".


En ese mismo sentido, digamos que hay coplas para cele­brar la bebida de la "cuerva", una peculiar sangría de la zona, o bien para cantar la costumbre de los pantagruélicos banquetes nupciales (boda y torna-boda) o insistir en el tema gastronómico para pedir el aguinaldo navideño:

"Si nos da usté el aguílando

no nos lo de usted en bellotas

que están las alforjas rotas

y no caben más que tortas".


Las celebraciones festivas, por su parte, participan de letras alusivas a los eventos populares que se celebran en el pueblo: Navidad, carnavales, San Antón, día de difuntos, procesiones, etc....y se revisten de mayor o menor solemnidad según el grado de trascendencia de cada ocasión. Así, en una romería es posible oír el típico chascarrillo, propio de todos los pueblos, para hacer una burla moderada del poder:

"En Segura manda el cura

y en Orcera don Genaro

en Benatae los Marines

y en La Puerta los Peinado",

mientras que en una festividad religiosa los temas se acomodan al respeto de la misma.


No obstante, como en todos sitios, serán las letras de amor entre la pareja, con sus secuencias de cortejo, coqueteo, frustración, trabas familiares, etc, las que compondrán un precioso cancionero que este pueblo comparte con los lugares cercanos y en donde es posible encontrar expresiones tan candorosas como ésta, llena de sabor serrano:

"Del pino sale la piña

y de la piña el piñón.

Del pecho de mi novia

salen la luna y el sol",

o, por el contrario, plenas de picardía escatológica y gracia a raudales:

"Toda la noche me tienes

asomado a tu ventana

esperando que me digas:

toma una tetilla y mama".

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