Las Acebeas

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Este lugar toma su nombre del raro bosque de acebos que puebla el paraje, el más lluvioso de toda la comarca y el segundo andaluz, detrás de Grazalema, con 1786, 2 litros anuales por metro cuadrado recogidos en 1969, y una media de 1138 litros anuales. Toda la vegetación del lugar es muy interesante, debido a la alta humedad, que permite la aparición de especies muy hídricas, como el avellano, del que se ve una amplia representación.

Recorrido por las Acebeas

Mas adelante, a mano izquierda, vemos el cortijo del Tambor y Arroyo Andrés, lugar antaño muy frecuentado por los aficionados a la acampada libre, y hoy, al igual que todo el Parque, muy controlado. También se divisa la Sierra de Agua, lugar en el que, aprovechando la fuerza motriz del agua para mover la sierras, se aserraban los pinos antiguamente. Al llegar al cruce del Control, que se reconoce por una pequeña casita, tomar a la derecha, con dirección a Segura de la Sierra. Las Acebeas es una verdadera joya botánica del término municipal de Siles, un ecosistema lleno de contrastes y de colores ubicado a 1.300 metros de altitud y que es más propio de un bosque típico centroenropeo. Un placer para los sentidos, un extraordinario marco donde perderse.

Descripción

Las Acebeas ha sido declarada recientemente área de reserva natural dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla. Segura y Las Villas. Se trata de un tupido bosque de acebos situado en torno al monte Acebeas, donde es alcanzan alturas superriores a los 1.600 metros, como Navalperal (1.620 metros). Este paraje se caracteriza por su alta humedad y tiene el segundo indice de pluviometria más alto de Andalucía, sólo por dentrás de Grazalema, con una media de 1.138 litros por metro cuadrado. Esta elevada pluviosidad se debe a su situación geográfica, que le permite recibir lluvias desde el Atlántico, a través del valle del Guadalquivir, y desde el Mediterráneo , a través de la cuenca de Segura. En La Acebeas se encuentran ejemplares únicos y atipicos en estas latitudes como los avellanos mezclados con pinos salgareños, junto a chopos, helechos y sobre todo, acebos. que son unos arbolillos de hojas verdes oscuras, lustrosas con el margen dentado-espinoso, y con unos llamativos frutillos avellanos.

Otro de los factores que contribuyen a mantener esta joya botánica es la capacidad del suelo de Las Acebeas para retener el agua caída en los meses más húmedos permitiendo su uso por las plantas en las épocas secas. De igual modo, la ubicación del avellanar en un barranco umbrío como éste, con poca luz solar, disminuye la evaporación

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