Villancicos de Mengíbar

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Villancicos populares de Mengíbar


II

La Virgen va caminando

por una honda cañada

de nieve hasta la cintura

de nueve meses preñada


II

Pudiendo nacer el niño

en un canasto de flores

ha nacido en un pesebre

entre pajas y granzone

Estribillo

la mula lo pisa

el buey lo babea

donde está su madre

que no lo ladea


III

Esta noche nace el niño

y yo digo que no nace,

que es una ceremonia

que por el mundo se hace.


IV

Una torta de manteca

y un jarro de blanca mil

le llevan a la parida

para que al niño le de.


V

En el Portal de Belén

gitanillos han entrado

y el niño que está en la cuna

las mantillas le han quitado.

Estribillo

Picara Gitana

cara de pandero

que al hijo de Dios

lo ha dejado en cueros


VI

En el Portal de Belén

gitanillos han entrado

y el niño que está en la cuna

las mantillas le han quitado.

Estribillo

Picara Gitana

cara de pandero

que al hijo de Dios

lo ha dejado encueros


VII

Los Pastores no son hombres

que son Ángeles del cielo

que en el parto de María

ellos fueron los primeros.

Estribillo

Estando la tortola trise

con su pichoncillo metido en prisiçon

con el ala tendida en la hoja

y con el piquito picaba la flor.


VIII

Cuando los pastores vieron

que el niño quería fiestas

hubo pastor que la trajo

dos pares de castañetas.

Estribillo

Niño chiquitito

quien te diera un beso

y quien te comiera

como el pan y el queso.


IX

Cuando Jesucristo vino

vino por la vente del arco

con dos pellejos de vino

uno tinto y otro blanco

Estribillo

Vienen los aires de Enero

yo soy forastero vengo por qui

a traerle al Rey de los Cielos

mantillas pañales faja y faldellin


X

Los tres Reyes noticiosos

guiados por una estrella

hasta llegar al portal

donde parió la doncella,

Estribillo

Parió sin dolores

esta Gran Señora

por eso los hombres

veneran la hora.


XI

Cuando los pastores vieron

que el niño quería mamar

hasta la burra del hato

la querían ordeñar


XII

A la entrada de la Iglesia

hay un hermoso peral

las ramas llegan al cielo

y las peras al altar.


XIII

La Virgen va caminando

por una honda cañada

de nieve hasta la cintura

de nueve meses preñada,

Estribillo

Parió sin dolores

esta gran Señora

por eso los hombres

veneran la hora.


XIV

Unos van a los maitines

otros a maitinear

otros a pelar la pava

y oros a cerla pelar,

Estribillo

Dejala que duerma

la paloma blanca

donde durmió anoche

le cayó la escarcha,


XV

Los pastores no son hombres

que son Ángeles del cielo

que en el parto de María

ellos fueron los primeros.

Estribillo

Los Pastores bajan por los cerros

que es una alegría verlo bajar

a traerle la prenda a la Virgen

la Virgen y el niño las gracias le dan.

XVI


Una noche en su aposento, soñó la Virgen María que el hijo del Padre Eterno en su vientre encarnaría, luego a la noche siguiente volvió a soñar otra vez lo mismo y que nada de esto le dijera a San José. La Virgen decía Será verdad esto! y una voz responde Señora es muy cierto.

¿Quién es esa vos tan dulce que de Señora me trata no mereciéndome yo tantísimas alabanzas? Merece señora eso y mas también que vais a ser madre del Dios de Israel. San José vio que a su esposa el vientre se le aumentaba empezó a tomarle celos sin saber lo que pasaba, José le dijo a María me voy a tener que ir que no quiero que la gente hable mal de tí y de mí, como me has faltado esposa querida me voy a un deciérto a pasar mi vida, La Virgen decía no te puedo hablar ya llegará el día que te enterarás San José cogió su hato y salio de la ciudad oye una voz que le dice di me José donde vas al oir la voz, se quedó parado cuando vio que un Ángel se le puso al lado. vuelvete José a tu casa pide a tu esposa perdón que lo que lleva en el vientre no es por obra de varón que ha sido elegida por el Padre Etérno para ser la Madre del Rey de los cielos. Me arrodillo esposa mía sin levantarme de aquí hasta que no me perdones lo mucho que te ofendí, anda Esposo mio no tengas cuidado de mi nunca dudes ya estas perdonado Sabes porque no te dije José lo que me pasaba porque el Ángel me encargó que el secreto te guardara, y a ti el mismo Ángel te lo ha revelado, la Virgen y San José se abrazaron al instante dando se los dos palabra de seguir igual que antes. vamos esposo mío con todo el cariño seremos felices cuando nazca el niño.

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