Cruz de Escaleras (Sabiote)
Hasta tiempos no muy lejanos, existían en Sabiote distintas cruces que eran como pequeños monumentos situados en lugares estratégicos, y que constituían todo un símbolo religioso, a la vez que una bella tradición mantenida a través de siglos.
En la entrada de la Villa de Sabiote, en las cruces de los caminos y en altozanos y otero, la cruz era no sólo un lugar de meditación y recogimiento, sino también un punto de encuentro de vecinos en el pueblo y de trabajadores en el campo.
Ante la cruz se santiguaban con devoción las mujeres o se quitaban la gorra o el sombrero respetuosamente los hombres. Y a la cruz se encomendaban cuando en los campos la tormenta se cernía amenazadora con truenos y relámpagos o la noche les sorprendía en su caminar.
Viejas cruces de piedra y hierro que, al desaparecerse llevaron un hermoso trozo de la historia del pueblo.
Hoy de aquellas cruces no queda ni una sola la última de las antiguas se le llamó la Cruz de las Escaleras por su configuración.
Fue levantada la legendaria Cruz de Escaleras, a la vera misma del camino de la Ermita de San Sebastián, hoy San Ginés. El cabildo de 31 de enero de 1634 nos dice:
"Acordándose en este cabildo se libren treinta reales a Antonio Sarmiento para que con ellos se paguen la columna y pedestal que se a de poner en el ejido, junto al camino de Úbeda. Iten se libraron otros ciento diez reales para que con ellos se pague al escultor que ha de labrar la columna y capitel y limpiar la basa y asentar la cruz y ambas libranzas se libren de las obras públicas “. Licenciado López Lozano.-Don Antonio de Melgarejo.-Pedro de Siles.-Don Sevastián de Tejada.-Don Antonio de Raya y Torres.-Ante mí Antonio López escribano público"
La Cruz de Escaleras existió hasta la Guerra Civil. Consistía en una columna central con capitel sobre la que iba una cruz de hierro forjado, y en la parte inferior basamento de mediana altura. Estuvo situada primero en la Plaza de la Santa Cruz (de ahí el nombre), en su entrada por la calle de San Ginés. Varias personas recuerdan que, para los niños de entonces, aquel lugar estaba alejado del pueblo, y que constituían una meta para el paseo de los mayores, un sitio de escape y aventura para los niños que hacían rabona o bien un punto apropiado para ir de merienda.
Cuando durante la República se urbanizó la plaza, el conjunto pasó a la calle de la Libertad, frente a "la casa de Luna", que es el lugar que está en la casa en la fotografía pero, al ser derruido, todo desapareció, salvo la cruz de forja que llegó a poder de doña Enriqueta Aranda y que la han tenido guardada sus sobrinos durante anos.
El Consejo Sectorial de Cultura de Sabiote, en la reunión celebrada el 16 de noviembre de 1995 tomó el acuerdo por unanimidad de proponer al Ayuntamiento la construcción de un monumento similar al entonces existente; y todos sus miembros se ofrecieron para trabajar personalmente, si preciso fuere, en la realización del proyecto.
Localización
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