Iglesia Parroquial Nuestra Señora de la Fuensanta (Fuensanta de Martos)

Mapa de Situación

Historia

Fuensanta, pertenece al partido judicial de Martos, parroquia de estilo renacentista siendo la patrona Nuestra Señora de la Fuensanta bajo la advocación de Nuestra Señora de la Virgen de las Mercedes, parroquia que en principio dependía de la de Santa María de Martos

Inició su vida independiente el 1 de septiembre del 1847, siendo su primer párroco don José de Córdoba, se venera la imagen de la Virgen de la Fuensanta, que fue trasladada aquí al ser destruida su ermita por una gran riada en el manantial de "La Negra". Pertenece al arciprestazgo de Martos.

La Iglesia de Fuensanta que representa el bien cultural más valioso de este pueblo, desde el punto de vista estrictamente arquitectónico, es la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Fuensanta. Su origen se remonta al siglo XVI y su lexicografía artística es renancentista aunque sin alardes estilísticos ni grandes pretensiones en cuanto a sus proporciones o soluciones constructivas.

Su interior consta de una sola planta de cajón, dividida en dos naves que sostienen columnas de fuste liso con capiteles dóricos y arcos de medio punto, poco decorados.

Exteriormente, la iglesia presenta dos cuerpos separados por moldura con dos sobrias portadas enmarcadas por arcos de medio punto. La fachada principal, la que mira a la Fuente de la Negra, es de mayores proporciones que la lateral que se sitúa en la perspectiva con la calle de acceso al centro del pueblo.

El elemento más singular de esta iglesia lo constituye su torre, ubicada lateralmente en esquina entre las dos portadas. No está exenta sino integrada en el edificio al que supera y añade aún un tercer cuerpo para campanario con huecos cubiertos por arcos de medio punto.

Durante el año 2008 la Iglesia sufrio una serie de remodelaciones, ya que debido al paso de los años sus cubiertas se encontraban deterioradas.

Antiguamente, la ermita, se situaba en el valle de la Fuen-Santa, se encontraba arrimada a unos riscos y peñascos grandísimos, los cuales están cortados y hechos como a mano, tienen cavadas en la viva peña muy espaciosas cuevas, todas cubiertas y rodeadas de grandes y hermosas hiedras, y de otros muchos árboles silvestres nacidos en las mismas peñas y un llano que allí al pie se hace está, todo el año verdes prados vestidos de gramas, juncias y arboledas donde nacen algunas fuentes abundantes de agua clarísima, que de todas ellas se hace un mediano río que por medio del prado corre.

De espaldas a la ermita, detrás del altar, salía de la viva peña, ante todas aquellas hiedras, una fuente de tan gran golpe de agua, que pone admiración a los que la consideran, estando en este santo lugar escritos con carbón unos rústicos versos latinos, que con dificultad se pueden leer, por lo gastados que están, en alabanza y devoción a Nuestra Señora la Virgen María.