Romance: Moricos, los mi moricos
PERO DÍAZ EN UN ROMANCE FRONTERIZO
Durante más de doscientos años (siglos XIII y XIV) la actual provincia de Jaén fue tierra fronteriza entre cristianos y musulmanes, lo que, lógicamente, propició numerosos hechos de armas. La divulgación oral de estos hechos fue el caldo de cultivo que fermentó una poesía popular y anónima, que relataba los sucesos de esta época, y a la que conocemos como romances fronterizos.
Entre otras cosas estos romances se caracterizan por su sencillez, por su carencia de recursos complicados de versificación, y por tener una versificación sencilla, asonantada y monorrima, y son precisamente el ser simples y pegadizos lo que les ha valido para perpetuarse hasta nuestros días, primero oralmente y después impresos.
Se les ha atacado por su falta de rigor histórico, pero hay que tener en cuenta que se trata de poesía y no de historia, que al principio se transmitían de forma oral, que fueron compuestos en épocas posteriores a las de los sucesos que relatan, y que a veces se adornaban con personas o hechos diferentes.
Los dos romances fronterizos más antiguos hacen referencia a sendos cercos musulmanes de la ciudad de Baeza. El primer romance conocido se titula “Cercada tiene a Baeza”, basado sobre los hechos producidos en 1368, aunque los historiadores dudan sobre la veracidad de este hecho de armas por carecerse de noticias documentales suficientes que lo avalen. No ocurre así con el segundo romance más antiguo de nuestra poesía titulado “Moricos, los mi moricos” el cual está ampliamente documentado y se basa en el cerco sufrido por Baeza en el año 1407, cuando el Rey de Granada cercó la ciudad el 17 de agosto, combatiéndola durante tres días y levantando el cerco al no cejar la férrea defensa y tener noticias de la llegada de refuerzos cristianos.
La plaza fue valerosamente defendida por Garci González de Valdés y por Pero Díaz de Quesada, III Señor de Santo Tomé, nieto del fundador Pero Díaz de Toledo.
MORICOS, LOS MI MORICOS
Moricos, los mi moricos,
los que ganáis mi soldada,
derribédesme a Baeza,
esa ciudad torreada,
y los viejos y las viejas,
los meted todos a espada.
y los mozos y las mozas
los traé en la cabalgada,
y la hija de Pero Díaz
para ser mi enamorada,
y a su hermana Leonor,de quien sea acompañada.
Id, vos, capitán Venegas
porque venga más honrada,
porque enviándoos a vos
no recelo en la tornada,
que recibiréis afrenta
ni cosa desaguisada.
Debido precisamente a la transmisión oral existen varias versiones según las personas que lo recogieron, pero mantienen lo sustancial.
La otra versión es la siguiente:
Moricos, los mi moricos
los que ganáis mi soldada,
derribédesme a Baeza,
esa villa torreada,
y a los viejos y a los niños
los traed en cabalgada,
y los mozos y las mozas
los meted todos a espada,
y a ese viejo Pero Díaz,
prendédmelo por la barba
y aquesa linda Leonor,
será la mi enamorada.
Id vos, capitán Venegas,
porque venga más honrada,
que si vos sois mandadero
será cierta la jornada.
El capitán Venegas aludido en los romances fue posterior a los hechos. Los musulmanes no pudieron conquistar Baeza, pero se tomaron el desquite conquistado el castillo de Bedmar. Dos meses después cercaron Jaén y el Concejo de Baeza mandó a Pero Díaz con quinientos caballeros, consiguiendo romper el cerco.
Pero Díaz murió a principios del año 1442 y fue sepultado en su capilla, en la Iglesia mayor de Baeza, donde aún se puede contemplar su escudo de armas, el mismo que campea sobre la puerta principal de la fachada de la Casa grande de Santo Tomé.
Bibliografía
- Argote de Molina, Gonzalo: “Nobleza de Andalucía”, Sevilla, 1588
- Alvar Manuel, "Jaén y el romancero". Granada, 1981
- Gella Iturriaga, J., “Romances viejos”. Zaragoza, 1973
- Guardiola Alcocer, C. “El romancero”. Zaragoza, 1973
- Mendizábal, Federico "Los romances fronterizos de la provincia de Jaén". Madrid, 1973