Sierra Sur

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Localización

Listado de Municipios

Geografía

La comarca de la Sierra Sur está situada en el extremo suroccidental de la provincia, y limita al oeste con la provincia de Córdoba y al sureste con la de Granada. Dispuesta a modo de barrera natural de la depresión del Guadalquivir, la Sierra Sur forma parte de la franja central de la cordillera Subbética, alcanza su mayor altura en la Sierra de la Pandera (1.870 m). La comarca está compuesta por los municipios de Alcalá la Real, Alcaudete, Castillo de Locubín, Frailes, Valdepeñas de Jaén.

Reservas Naturales

En esta comarca existen dos Reservas Naturales, la Laguna Honda y la Laguna del Chinche, ambas en el término municipal de Alcaudete, y el paraje de Pitillos, declarado Monumento Natural, en Valdepeñas de Jaén. La morfología de la Sierra Sur está marcada por campiña y serranía. En las zonas llanas y en las lomas suaves, el protagonista es el olivar. En las zonas de montaña y en los valles más escondidos, se conserva aún un bosque mediterráneo autóctono, casi intacto, con el protagonismo de la encina, el quejigo, el enebro y el tejo.

Historia y municipios

Alcalá la Real es una fortaleza importante en las fronteras del Reino nazarí de Granada y desde 1213, cuando la conquista el rey de Castilla y la entrega a la Orden de Calatrava, hasta 1341 en que la toma Alfonso XI, está alternativamente bajo soberanía castellana o andalusí. Antes, época de las segundas taifas, Alcalá era un señorío independiente de los almorávides, gobernado por Abdelmalik Ibn Said. En el asedio de los Reyes Católicos a Granada las campiñas de Alcalá son taladas y parece que la reina Isabel permanece allí una temporada y la ciudad recibe el título, bastante común por entonces, de "Muy noble y muy leal". En 1516 se instala en Alcalá durante cinco meses la Chancillería de Granada a causa de la epidemia de peste en la capital nazarí. La población desciende por las laderas del cerro de la Mota y ocupa también parte del de las Cruces, constituyendo un intrincado dédalo de callejas empinadas y estrechas, con casas de patios y huertos. Destaca la plaza del Consistorio, la fuente de la Mora, varias plazuelas, la abadía, el hospital, la iglesia de Santo Domingo sobre la antigua mezquita, conventos, ermitas y quedan murallas y puertas (Arcos, Muladares, Campo, Madero). Alcalá la Real (antes de Ben Zayde) es cuna de algunos personajes destacados, como el famoso escultor Martínez Montañés y del Arcipreste de Hita, si bien se duda sobre su procedencia.

Plano urbano y monumentos

De su pasado andalusí conserva la antigua fortaleza, hoy denominada castillo de la Mota, de unas tres hectáreas, con grandes tramos de murallas y torres, confundiéndose casi con las calizas del tajo sobre las que se asienta dominando la ciudad. Contaba con siete puertas, siendo ahora la principal la de la Imagen, de entrada quebrada parecida a la puerta de la Justicia de la Alhambra. En su alrededor hay una serie de atalayas para reforzar la defensa, de las que quedan quince, nueve de ellas andalusíes. En el interior del castillo se edifica en el siglo XIV la Colegiata sobre restos anteriores (iberos, romanos, visigodos, árabes), como suele ocurrir en las partes altas de las ciudades, lugares defensivos en distintas épocas. La iglesia de Santo Domingo de Silos, de estilo mudéjar, se construye sobre la mezquita y hay otros templos en la ciudad (Consolación, Rosario, Angustias), ermitas, palacios (Abad y de Tercia), el antiguo hospital y la plaza Ma­yor, en cuyo Ayuntamiento, de estilo barroco, se conservan pinturas de Alonso Cano y Bocanegra.

Entorno natural

Alcalá la Real se engloba dentro de los territorios béticos andaluces, caracterizándose por presentar una gran diversidad de paisajes y ecosistemas. Esta diversidad está condicionada por su topografía irregular, desde los 400 m de Fuente Álamo a los 1.553 m del pico de La Martina, así como por la acusada climatología dominante, con temperaturas que ascienden hasta los 35º C durante los meses de verano y descienden hasta los -6º C en invierno. Caben destacar formaciones como Los Tajos, impresionantes cortados rocosos bajo los que la vegetación natural se conserva como muestra de lo que en un tiempo eran los bosques mediterráneos del sur de la Península Ibérica. Las especies animales silvestres también pueblan este ecosistema, pudiendo observar buenas poblaciones de aves ligadas a salientes rocosos, tal es el caso del cernícalo vulgar. También podemos observar el paso ocasional de alguna pareja de águila perdicera o la migración de los buitres leonados. Por el contrario, otras aves ocupan la zona boscosa, tal es el caso del búho chico o el colirrojo real, entre otros. Un enclave no menos natural, que tras años de actuaciones se ha conseguido integrar en la naturaleza, es el Conjunto Monumental de la Fortaleza de la Mota y sus Jardines del Arrabal. Tras el desarrollo de numerosas repoblaciones forestales, ejecución del Jardín Botánico, la reintroducción de especies animales amenazadas y la compatibilización de las obras de adecuación y restauración del Conjunto Monumental con la conservación y protección del patrimonio natural, muchas especies silvestres han colonizado y recuperado este espacio.

Tradiciones y gastronomía

Alcalá la Real mantiene sus tradiciones ligadas a la actividad agroganadera y a las fiestas religiosas. Para Navidad ya se ha hecho la matanza del cerdo, conservando muchos de sus productos en aceite de oliva virgen: lomo, costillas..., que llenan la despensa para la época de recogida de la aceituna. En la Candelaria, el 2 de febrero, se procesiona a la Virgen de las Mercedes, se le ofrecen pichones disfrazados al antojo popular y tartas de merengue que luego se reparten entre los asistentes. El 18 de marzo se celebra la noche de los tambores, se encienden hogueras frente a las hornacinas dedicadas al patriarca San José en los altares de las calles Abad Palomino y Oteros. Destaca especialmente la Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional, caracterizada por la representación mímica y lo ancestral de los pregones teatralizados que tienen su origen en los autos sacramentales del Barroco. El 3 de mayo se celebra el Día de la Cruz, adornando las numerosas cruces que hay por todo el municipio y celebrándose una verbena. Y durante todo el mes se celebra la fiesta de las flores sobre todo en las aldeas. El verano comienza celebrando la feria chica para San Antonio (13 de junio) y la noche de San Juan, con la quema de la bruja en la iglesia dedicada al santo, siendo el gran momento la Real Feria de San Mateo que se celebra del 20 al 25 de septiembre La gastronomía alcalaína está muy ligada a sus tradiciones y fiestas. En Navidad destacan los dulces de manteca de cerdo y almendras, por supuesto los productos de la matanza (morcilla, chorizo, salchichón...) y otros conservados en aceite de oliva (lomo, costillas...). En la Candelaria las tartas de merengue, y en Carnaval el Relleno (miga de pan, carne y huevo hervido en el cuajar del cerdo). En Semana Santa predominan los dulces: pestiños, roscos de vino, huesos de santo, arroz con leche, papuecas... Con el verano llegan los guisos alcalaínos, comidas entre amigos en el campo para degustar sobre todo un arroz caldoso o una secretaria (salsa de tomate, espárragos, champiñón y pollo). Y en otoño se prepara la carne de membrillo, el pan de higo y el vino del terreno.

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