Calle Santa María (Arjona)
Esta calle, situada a la espalda de iglesia de Santa María, comenzando en la plaza del Rey Alhamar y terminando en la calle Alcázar, lleva el nombre de la antigua parroquia mayor de la villa.
En ella se encontraba antes la escalinata que ascendía al atrio de la puerta de poniente de dicho templo situado sobre el aljibe árabe, en él hay dos columnas romanas que soportan las arcadas y que tienen sendas inscripciones que dicen así:
Dedicada el Emperador Cesar Augusto, hijo del divino Julio Pontífice Máximo, siendo de la Potestad Tribunicia la décima octava vez, y Cónsul la oncena vez. Padre de la Patria, por decreto de los decuriones (La fecha corresponde al año 21 antes del Nacimiento de Cristo)
La otra columna no es de Augusto, en ella hay las siguientes inscripciones también en latín:
A Quinto Mario Hispano, Padre, hijo de Quinto. Por decreto de los Decuriones
Ambas columnas se ve fueron utilizadas por los moros para sostener los arcos de la bóveda del aljibe construido por ellos y se pueden ver y leer cuando se limpia el mencionado aljibe.
Era costumbre en tiempos romanos erigir estatuas y columnas en honor de los Emperadores u hombres notables.
En la parte occidental del Alcázar había una salida con doble puerta en el muro y antemuro, llamada Puerta de la Morería o Judería, por que ella daba al barrio ocupado por los moros y judíos, después de ser conquistada la villa por San Fernando. Parece ser que esta puerta estuvo situada en la confluencia de las calles Santa María y Alcázar.
Al rendirse al Santo Rey la fortaleza de Arjona, en los tratos y conciertos de la entrega se convino que saldrían de la Villa los moros, quedando tan sólo los que el Rey Santo quiso para labrar la tierra y servir a las industrias que había en ella, como artífices y labradores muy experimentados y muy peritos, como se ve por el gran impulso que tanto la agricultura como las delicadas labores de artesanía recibieron bajo el imperio de los monarcas árabes en todas las regiones de España, donde aún se conservan obras hidráulicas y sistemas de riego, así como industrias que han hecho famosas a muchas ciudades, como el repujado de cueros en Córdoba y las filigranas en plata y oro en esa misma ciudad, capital del Califato de Abderramán.
Localización
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