Sorihuela del Guadalimar

Comarca: La Loma
Población: 1.223 habitantes.
Altitud: 647 metros.
Superficie Física: 54 km².
Gentilicio: Sorihueleño/a

Descripción

Sorihuela del Guadalimar es una localidad de la provincia de Jaén En el año 2006 contaba con 1.223 habitantes. Su extensión superficial es de 54 km² y tiene una densidad de 22,64 hab/km².

Sus coordenadas geográficas son 38°14′ N, 3°03′ O. Se encuentra situada a una altitud de 647 metros y a 115 kilómetros de la capital de provincia, Jaén.

Geografía

Clima

Comunicaciones

Carreteras

Demografía

Ver datos estadísticos de la población de Sorihuela del Guadalimar

Economía

Ver Datos estadísticos de la economía de Sorihuela del Guadalimar

Historia:

Sorihuela, Villa histórica, señorial, amante de sus tradiciones y acogedora en sus gentes, está a caballo entre las comarcas de El Condado y Las 4 Villas. Puede decirse, por lo tanto, que su situación es privilegiada e inmejorable. Su término municipal se encuentra dividido en dos enclaves separados: uno donde está el casco urbano y otro dentro del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.

Sorihuela, conocido entrañablemente como “La Corte Chica”, es un pueblo con solera e historia, que ve correr el paso de los días, con la mirada siempre fija en la figura amada de su Patrona, la Señora Santa Águeda.

En época árabe Sorihuela era una de las fortalezas que reforzaban a aquella de Iznatoraf, en torno a esta, se fue agrupando un núcleo de población que posteriormente será agregado a la Villa de Iznatoraf. Fernando III, da Sorihuela como aldea a la villa de Iznatoraf, junto con las de la Moraleda (Villanueva del Arzobispo) y Torre Mingo Priego (Villacarrillo); y a su vez fueron donadas por el rey al Arzobispado de Toledo, pasando a formar parte del Adelantamiento de Cazorla.

Sin duda, el momento más importante para la Villa y que marcará un antes y un después en la historia de Sorihuela será en la fecha de 1596, cuando en Febrero, el rey Felipe II conceda el título de Villa a la hasta entonces aldea de Sorihuela. Una independencia que supuso un gran esfuerzo para sus 650 habitantes, que tuvieron que recurrir a pedir préstamos a varios pueblos de la provincia.

Otro momento importante es cuando en el año 1652, Dª Teresa Martínez, funda en Sorihuela el hospital de San Martín, junto a una ermita que ya existía, para enfermos y menesterosos. La vida de este hospital se prolongaría hasta el 1826, en la época de la Desamortización.

Sería a principios del siglo XX cuando al nombre de Sorihuela se le añadiría el “apellido” Guadalimar, el río que sin duda es una de las marcas de identidad de la Villa.

Lugareños ilustres

Ver Nacidos en Sorihuela del Guadalimar Ver Fallecidos en Sorihuela del Guadalimar

Cultura

Turismo

Puntos de interés

Antiguos lavaderos (“Las Pilas”):

Situados en un extremo de la plaza de los Caños, su aspecto es bastante diferente al que originalmente tuvo, pues carece de las paredes que lo cerraban y luce un techo nuevo que imita al que se hundió tras el abandono del lugar cuando el agua corriente llegó a las casas. Tampoco se conserva todas las pilas, que fueron casi el doble de las doce actuales y que estaban dispuestas alrededor de la pared.

Fuente de los Caños:

Situada en la Plaza del mismo nombre, es un rincón además de singular por su belleza, entrañable para cualquier sorihueleño. El material de sus paredes es piedra y consta de siete caños de distinto caudal.

Edificios y monumentos

Arquitectura civil

Casas solariegas:

Obra de los siglos XVIII, XIX y XX, se conservan en Sorihuela edificios de buena sillería labrada, en lexicografía ecléctica, con portadas adinteladas y puertas de postigo claveteadas, adornos plomados, antepechos a base de balaustres de hierro colado y, en algunos casos, alerones rematando el conjunto. En la Plaza de España destaca por su singularidad la casa de José María Tamayo, construida en 1782. También en las calles, Mayor, Reyes Católicos, Cervantes, Colón, Ramón y Cajal y parte de la Avenida de Juan Carlos I, se pueden admirar edificios de gran prestancia.

Portada del Hospital de San Martín:

En la calle Colón, antigua calle de San Martín, se pueden admirar los restos de la portada del antiguo Hospital de San Martín. Se conserva un blasón mutilado.

Arquitectura militar

Torreón árabe:

Hay menciones que hablan de la existencia en Sorihuela de un antiguo castillo árabe, construido a mediados del siglo IX para fortificar la margen izquierda del río Guadalquivir y al mismo tiempo que sirviera de avanzada a la fortaleza de Iznatoraf. De este castillo sólo se ha conservado una torre. Alrededor de esta, fue agrupándose un núcleo de población, que dependerá de Iznatoraf.

La planta es cuadrada de 9,42 metros de lado, la altura 13,70 metros hasta la base del parapeto almenado, del que quedan vestigios, así como las saeteras que hubo debajo de las almenas. La entrada está al nivel del piso inferior, casi al nivel del suelo. Es dintelada. Interiormente el espacio se organiza en tres niveles pisos, cada uno de ellos se cubre con dos bóvedas de medio cañón ligeramente apuntadas que se apoyan en un muro medianero común y en los muros norte y sur de la torre. La escalera que lleva de una planta a otra está empotrada en los muros este y oeste.

Exceptuando la planta baja, en cada nivel existen ocho saeteras, dos en cada lado de la torre han sido ampliadas para ventanas. Sobre una de ellas, original, que será el balcón amatacanado que protegía la vertical de la entrada, descubrimos una muestra curiosa de escultura civil, se trata de una cabeza de mujer o doncel, tocada con velo o caperuza de malla militar, que otea el cielo.

La torre se construyó con piedra procedente de dos canteras distintas, lo que le presta una curiosa apariencia bicolor.

El castillo ha sido utilizado durante un siglo más o menos como lugar para albergar el reloj que marcaba las horas en el pueblo (desde el año 1881) y que al tañer de la campana de su espadaña hacía que los sorihueleños supieran del paso del tiempo.

El torreón, muy deteriorado por el paso de los años, fue restaurado en el año 1999 y en la actualidad, alberga las instalaciones del Centro de Interpretación de la Historia de las Cuatro Villas, inaugurado el 24 de agosto del año 2007.

Arquitectura religiosa

Ermita de Santa Quiteria de los Aires:

Ya en un Sínodo de 1511 se nombra la ermita de “Santa Quiteria de los Aires” como perteneciente al Arciprestazgo de Iznatoraf y cerca de Sorihuela. Se eleva sobre un cerro (“Cerrico Pelón”) y a orillas del Guadalimar. Consta de nave única de planta rectangular con tejado a dos aguas. A lo largo de la historia ha sufrido diferentes reformas y ampliaciones y alberga la imagen de Santa Quiteria, Abogada de la rabia, Patrona de los campos de la Cañada y Copatrona de Sorihuela.

Iglesia Parroquial de Santa Águeda:

A los pies del torreón que corona la Villa, en el casco histórico, se sitúa la Iglesia Parroquial de Santa Águeda. Es de estilo Renacentista y fue construida sobre el solar que ocupaba otro templo anterior. Fue trazada por Alonso de Barba, discípulo predilecto de Andrés de Vandelvira, y el presbiterio labrado por el maestro cantero Sebastián de Solís. La obra fue terminada en el año 1582.

La planta es de cajón, es decir, consta de nave única, cubierta con una armadura de madera de par y nudillo, según la tradición mudéjar. La parte más destacada es la capilla mayor, de base rectangular, a la que se accede por una escalinata y a través de un gran arco de medio punto, que adquiere un tono de cierta grandeza merced a otro arco de medio punto, a modo de arco triunfal, con grandes figuras alegóricas en las enjutas de la Fe y de la Caridad y con las dovelas talladas, decoración geométrica tan característica de Alonso Barba y del manierismo. El escudo del obispo Francisco Delgado preside el testero central. En el lado del evangelio hay dos capillas, cubiertas con falsas bóvedas de media naranja sobre pechinas.

En su exterior, la nave se cubre con un amplio tejado a dos aguas y la entrada a la iglesia se realiza a través de una sencilla portada sobre escalinata con arco de medio punto trasdosado sobre impostas y pequeño friso con inscripción y la fecha de 1582.

Otra parte destacable es la torre campanario; en su diseño intervino Andrés de Vandelvira. De planta cuadrangular se alza en cinco alturas, incluyendo tanto el zócalo como el cuerpo de campanas.

Destaca su magnífica imaginería, sobresaliendo sin duda la talla de Santa Águeda del siglo XVI y la de Jesús crucificado de la misma época.

Gastronomía

Rica y variada es la gastronomía típica de la Villa de Sorihuela del Guadalimar. Costumbre es hacer como en tantos otros lugares, la matanza del cerdo. De entre las viandas que se extraen de sus carnes, destacan la típica morcilla negra (de notable fama), la morcilla blanca, los chorizos, salchichones con pimienta…

El guiso de la novia es un plato que antiguamente se servía en las bodas. Se realizaba con albóndigas, carne de pollo, huevos cocidos y picados y patatas a los que se le añadía clavo, orégano, nueces y almendras.

La ensalada gitana se prepara picando cebolla, tomate y pimiento, acompañándolo todo con sal, aceite, vinagre y cominos machacados.

Los huevos a la porreta se cocinan friendo unos ajos porros junto a una cebolla pequeña, hasta que doran, momento en el que se les agregan unos taquitos de jamón y un chorizo troceado, y se sigue mareando todo en la sartén hasta que se forma lo que se conoce como porreta a lo que se le añade los huevos para que se frían.

Los potajes de garbanzos y panecillos, son comidas típicas de la Semana Santa. También típica es la comida conocida como ajo de harina (ajuarina), las migas de pan o de harina o los calandrajos acompañados con conejo.

La pipirrana de las Cuatro Villas se elabora con patatas cocidas y pimientos morrones secos, fritos y machacados, que se aderezan con un poco de ajo, sal y aceite.

Fiestas:

Extenso y amplio es el calendario festivo de la Villa de Sorihuela del Guadalimar, destacando sin duda tres celebraciones:

Días 4 y 5 de febrero: FESTIVIDAD DE SANTA ÁGUEDA VIRGEN Y MÁRTIR:

Celebración sorihueleña por excelencia, donde la fe, la tradición y el sentimiento se fusionan para dirigir sus ojos a la talla antiquísima y a la preciosa Reliquia de su Patrona. Precede al día grande de la festividad (5 de febrero) una solemne novena (del 27 de enero al 4 de febrero). El día 3 febrero en la noche, se celebra la llamada “Ofrenda de la Cera” por las calles de la localidad, en la que dos interminables filas de personas portando antorchas encendidas, acompañan a la Patrona en su martirio mientras se meditan las Actas de su cruento martirio. El día 4 por la mañana, se celebra la Ofrenda Floral y el posterior Pregón de la fiesta; por la tarde se celebra el último día de novena y posteriormente en la Plaza de los Caños, se desarrolla un maravilloso espectáculo pirotécnico-musical, mientras arde la hoguera que conmemora el martirio de la Santa y los asistentes degustan las tradicionales patatas asadas y la cuerva. El día 5, a las 0,00 horas se celebra la “Serenata” en la que Santa Águeda primero y después todas las Águedas de la Villa reciben la visita en sus propios domicilios de los sorihueleños y visitantes, acompañados de la tuna. Por la mañana, la exposición de la Sagrada Reliquia y la posterior Misa Mayor y, en horas vespertinas, la Magna Procesión de la Imagen y Reliquia de Santa Águeda.

Día 15 de Mayo: FESTIVIDAD DE SAN ISIDRO LABRADOR:

Se celebra en honor al Patrón de los agricultores. El orden de actos a celebrar es el siguiente: traslado de la imagen del Santo a la Plaza de los Caños, Santa Misa, entrega de premios a las maquinarias agrícolas mejor engalanadas, entrega de obsequios a los niños y a los agricultores participantes, procesión del Santo acompañado de maquinaria agrícola y de agricultores, bendición de los campos y bendición de la maquinaria desde la puerta del templo.

Último fin de semana de mayo: ROMERÍA DE SANTA QUITERIA VIRGEN Y MÁRTIR:

A orillas del Guadalimar, se festeja a la Copatrona de Sorihuela en su antigua ermita. Un sinfín de actos conforman el programa religioso y festivo de esta romería, destacando el desfile de carrozas y camino hacia la ermita, las verbenas nocturnas y la procesión de la Santa hasta el puente sobre el río Guadalimar. Es de destacar la realización de “chozos”, habitáculos de cañas y plantas silvestres a modo de casetas de feria donde se disfruta de la romería.

Del 20 al 24 de agosto: FERIAS Y FIESTAS:

En honor a Santa Águeda, se celebran con encierros nocturnos de reses bravas, verbenas nocturnas, concursos, eventos culturales, y actos religiosos en honor a la Patrona. Siempre van estos días precedidos de la Semana Cultural. El día grande la Feria es el 24 de agosto, considerado como fiesta local y día en el que Santa Águeda realiza su desfile procesional por las calles de la Villa.